'Os Pinos', 100 años después
Las principales instituciones culturales celebran el primer siglo del Himno Galego
La historia gallega difícilmente se comprende sin atender a la emigración. Los emblemas comunes de Galicia, aquellos que recoge desde 1984 la Ley de Símbolos aprobada en el Parlamento, tampoco escapan a los movimientos de personas, a los éxodos cruzados, a las idas y venidas de los gallegos. "Es preciso reconocer el papel de la emigración en la conservación de la identidad gallega", opina Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Galega e historiador. Esta consideración planea sobre los actos que la Consellería de Cultura, la Real Academia, la Universidade de Santiago de Compostela y el propio Consello da Cultura preparan conjuntamente para celebrar el centenario del estreno del Himno Galego en La Habana.
El rector de la universidad compostelana, Senén Barro, también destacó, en la presentación del programa, "la importancia de la emigración" en la gestación del himno. Un 20 de diciembre de 1907, por iniciativa de José Fontenla Leal -emigrante gallego que también fue central en los orígenes de la Real Academia -, el teatro del Centro Gallego de La Habana acogió, por primera vez, la interpretación del "Himno Nacional Gallego". El compositor Pascual Veiga (Mondoñeo, 1842-Madrid, 1906) armó la partitura del himno sobre un texto del poeta Eduardo Pondal, Os Pinos. La Universidade de Santiago organizará, en septiembre, un curso sobre Veiga y su época dirigido por el catedrático de Historia de la Música Carlos Villanueva Abelairas, en el que se tratarán las relaciones entre sus obras y el nacionalismo, la narrativa o la emigración.
Las organizaciones por la abolición del régimen foral, los agraristas, precursoras del nacionalismo político durante la II República, fueron los primeros intérpretes habituales del texto de Pondal con música de Pascual Veiga. Antes de la democracia republicana, y también después del alzamiento fascista de 1936, el himno de Galicia sonó en la clandestinidad. En el reinado de Alfonso XIII, la prohibición se extendió a todos "los símbolos regionales". "El himno pasó, durante sus 100 años de historia, por enormes dificultades", señaló Barro, "incluso la ilegalidad, aparte de la reclusión en el foloclore".
El Consello da Cultura y la Real Academia coordinan la edición de un libro que, según la explicación de Ramón Villares, "recoge estudios científicos sobre el proceso de constitución de los símbolos nacionales de Galicia, todo lo que se sabe histórica y documentalmente sobre ellos". La iniciativa bibliográfica, que dirigen personalmente Villares y el presidente de la Real Academia, Xosé Ramón Barreiro, incluirá un anexo documental y la reproducción de "piezas poco conocidas" en relación a los emblemas gallegos. Villares se refirió a la necesidad de "estudiar la bandera, el himno o el escudo sin invocar ningún patrioterismo, sino como contribución a fortalecer el futuro de la cultura gallega".
Los fondos de la Real Academia cobijan el archivo de Pascual Veiga. "Pero los archivos no nacen espontáneamente", apunta Barreiro, "hay que localizarlos y cuidarlos". Los documentos relativos al autor de la música de Os Pinos se encontraban en San Isidro (Argentina). La Consellería de Cultura prepara una publicación íntegramente dedicada a la biografía de Pascual Veiga.
Las vicisitudes por las que atravesó el himno de Galicia incluyen dudas en su fijación textual. "Hace años", relató Xosé Ramón Barreiro, "en la Academia recibimos desde el Gobierno el encargo de revisar si convenía recuperar el texto de Os Pinos tal y como lo escribió Pondal". Barreiro aseguró que prefirieron dejarlo como se conoce en la actualidad. "Si el pueblo, al cantarla, sustituyó 'clan' por 'chan', así debe quedar; el pueblo también es autor de su himno", opinó.
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