Casi milagroso

El derrumbe de una parte del túnel de Vielha (Lleida) ocurrido el pasado domingo, no ha ocasionado afortunadamente víctimas. "Casi un milagro" que no haya sido atrapado ningún vehículo, ha confesado el consejero de Interior catalán, Joan Saura, líder de Iniciativa per Catalunya Verds, que de fenómenos sobrenaturales debe de creer más bien poco.

Pudo haber sido una catástrofe que habría dejado al Gobierno central y también a la Generalitat en una situación muy comprometida. Especialmente, porque a ningún experto habría sorprendido la tragedia, como confirman los periódicos informes del RACE y del RACC, que advierten que este paso cubierto, por el que transitan diariamente 3.000 coches y medio millar de camiones, es el túnel más inseguro de España y uno de los más peligrosos de Europa. Viejo y escaso de medidas de seguridad, Vielha ha sido en los últimos años centro de numerosos incidentes: filtraciones de agua, desprendimientos e incendios de vehículos.

El derrumbe del domingo se sospecha que haya sido debido a causa de las obras del nuevo paso que viene construyéndose y que acumula ya un retraso de 18 meses como consecuencia de la introducción de más normas de protección a raíz del accidente que se produjo en 2001 en el de San Gotardo, en los Alpes suizos. Tenía que haber sido abierto en 2006, pero de momento no hay una fecha fija, aunque el Ministerio de Fomento confía ahora en que pueda ser inaugurado el próximo octubre. Las autoridades centrales y autonómicas consideran prioritaria la reapertura de Vielha en los próximos días, pero cabe preguntarse qué garantías darán a los automovilistas de que no volverán a repetirse más episodios como éste.