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Fútbol | Internacional
Columna
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Españoles en el escaparate

"Me encantaba jugar contra los ingleses. Si perdías el balón, siempre te lo devolvían". Johan Cruyff, en 1998.

Tenemos una tendencia en los medios a retratar los partidos internacionales amistosos como si fueran encuentros de pretemporada. Por eso nada más acabar el Inglaterra-España del miércoles ya se hablaba de los partidos que las dos selecciones disputarán el mes que viene en la Eurocopa.

Es un error. El Inglaterra-España tuvo un valor intrínseco por varias razones. La primera es que ganar a Inglaterra en Old Trafford es ya, en sí mismo, algo digno de festejar. Hay amistosos y... amistosos. Un partido de éstos contra Macedonia o Rumania o Gales tiene, con perdón, poco morbo. Pero ganar a los ingleses en su campo y, además, jugando bien... Eso, aunque no haya niguna competición oficial de por medio, pasará a la historia. Y bastante más que si España lograse ganar a Dinamarca el 24 de marzo, se clasificara para la Eurocopa y después perdiese, como es tristemente probable, en los cuartos de final contra Polonia.

También tuvo valor para Inglaterra la derrota. Un valor negativo, especialmente para el pobre entrenador, Steve McClaren, que ya está casi tan cuestionado en su cargo como Fabio Capello en el suyo. Todos los diarios ingleses del jueves y el viernes destacaron el abismo que separó a las dos selecciones en cuanto a inteligencia futbolística, cohesión y calidad técnica. Es tremendo. Pasan los años y no aparece una selección inglesa capaz de hacer más de tres pases seguidos sin perder el balón.

El partido del miércoles tuvo un tercer nivel de relevancia. Fue un escaparate de posibles fichajes. Los técnicos de los clubes más grandes de Inglaterra y España fueron los espectadores más interesados en lo sucedido en el campo. La conclusión general que habrán sacado es la de que los hechos (los éxitos de Cesc Fábregas, Xabi Alonso, Pepe Reina y compañía en la Premier League) ya apoyaban: los jugadores españoles son más exportables, representan una mejor inversión fuera de su país, que los ingleses.

Pero, pese a eso, en España se han seguido fijando en jugadores de la selección inglesa. Se ha dicho mucho sobre el supuesto interés del Barça en fichar a Frank Lampard. El problema es que, si el rumor es verdad, el partido contra España habrá despertado serias dudas en el Camp Nou. Lampard ha jugado en 52 ocasiones para Inglaterra y sólo en cinco o seis partidos ha hecho algo que valiese la pena. El miércoles fue, otra vez, el gran ausente. Sin embargo, en su club, el Chelsea, juega muy bien. ¿Será, entonces, que para que brille en el Barça se tendrá que fichar también a sus dos guardaespaldas, Makelele y Essien?

Otro jugador inglés que despierta interés en España hace tiempo es Steven Gerrard, del Liverpool. Es un centrocampista todoterreno. Corre mucho, es fuerte, imponente, recuperador, pasa bien, tiene buen disparo..., pero, viendo el partido que hizo contra los españoles, ¿lo ficharía el Real Madrid antes que a Fábregas o incluso antes que a su compañero de equipo Xabi Alonso?

Curiosamente, el jugador inglés que más puntuación recibió de la prensa inglesa por su actuación contra España fue el único que ya pertenece a un club español, Jonathan Woodgate. Aunque tuvo su cuota de responsabilidad en el gol español al dejar que se le escapara David Villa, hubo un consenso entre los periodistas ingleses de que, si el capitán de la selección, el formidable central John Terry, se volviera a lesionar, Inglaterra tendría en Woodgate un excelente sustituto. Será interesante ver si el Madrid, que le ha cedido al Middlesbrough esta temporada, insiste en su aparente decisión de venderle por la mitad de lo que le costó.

En cuanto a jugadores españoles en las miras de los grandes clubes ingleses, ahora hay más. Hasta el miércoles, el jugador español que más sonaba en Inglaterra era Fernando Torres. Xavi también había provocado rumores. Ahora, tras el no tan amistoso amistoso, las cosas han evolucionado. Podemos estar seguros de que varios entrenadores de la Premier se interesaron por las actuaciones de jugadores como Capdevila, Navarro, Pablo y Silva. Pero los españoles que deslumbraron en Inglaterra, que sorprendieron por lo relativamente desconocidos que eran, fueron Villa e Iniesta. Los riquillos de la Premier les veían (tan luchadores los dos, tan habilidosos y resolutivos) y se relamían.

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