La financiera más poderosa

Sallie Krawcheck vuelve a meterse de lleno en las operaciones diarias de Citigroup, tras ser ascendida a la presidencia ejecutiva del Global Wealth-Management del conglomerado financiero, desde donde supervisará las divisiones Citigroup Private Bank, Smith Barney y Citigroup Investment Research. La promoción la convierte así en la mujer más poderosa del mundo de las finanzas y en una de las personas más influyentes en el universo corporativo.

Krawcheck, de 42 años de edad, ocupa en la actualidad el puesto de directora financiera del grupo y sustituirá a Todd Thomson, que deja la compañía. Ya en 2004, la pareja intercambió responsabilidades, al asumir Krawckeck el puesto de directora financiera y responsable estratégica de Thomson, mientras el directivo asumía la presidencia ejecutiva de Smith Barney, que ella ocupaba desde 2002.

La promoción de esta directiva se produce a pesar de que fuera criticada por el pobre rendimiento del banco en Wall Street y por no saber dirigir la entidad en un ambiente financiero complejo para los bancos en EE UU. Una situación que semanas atrás llevó al gigante financiero a dar un primer meneo a su ejecutiva, que elevó a Robert Drunskin como director de operaciones del grupo.

Wall Street hizo conjeturas sobre el futuro papel que Krawcheck mientras crecía la presión sobre su presidente, Charles Prince. La directiva entró en Citigroup en octubre de 2002. Durante dos años acometió el proceso de Smith Barney. En 2004 se puso al frente de las cuentas del grupo, su tesorería y de la planificación estratégica, desde donde supervisaba las relaciones con los inversores y las adquisiciones de la compañía.

Las revistas Time y Fortune llegaron a considerarla como una de las personas más influyentes en el mundo de los negocios. Formada por las universidades de Carolina del Norte y de Columbia en Nueva York, antes de trabajar para Citigroup, Krawcheck fue presidenta ejecutiva de Sanford Bernstein y ejerció como vicepresidenta ejecutiva de Alliance Capital Management. Y con anterioridad a su paso por Bernstein, trabajó como analista para Salomon Brothers y en Donaldson, Lufkin & Jenrette.

Krawcheck, que asumirá el nuevo puesto cuando se le encuentre un sucesor, suele ser un ejemplo recurrente en los debates sobre la conciliación de la vida laboral y familiar. La directiva dejó temporalmente su empleo para ejercer de madre. Y fue capaz de volver a lo grande al mercado, aunque llegó a confesar que lo de quedarse en casa no le fue nada bien y deja claro que no se siente culpable por pasar 90 horas semanales trabajando.