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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ella baila sola

Rosario Toledo, gaditana residente en Sevilla, se propuso aprehender el aire de Cádiz, ese algo indescifrable que parece residir en el baile de los allí nacidos. Presentó su propuesta en el sencillo formato de un recital, lo que supuso que todo el peso y responsabilidad residirían en ella; y más en una noche en la que el cante no llegó a tener el peso que uno se esperaba. Vimos así a la bailaora un tanto desasistida en su empeño, lo que restó continuidad al desarrollo.

Toledo es una profesional versátil que goza con la confianza de haber puesto su baile al servicio de un sinfín de proyectos y, llegado el momento de presentar una propuesta propia, lo ha hecho trasladando esa misma confianza a su propio hacer, con un sello propio en el que el sometimiento a la norma se tiñe de una fina capa de modernidad. Una estética fresca y actual transmitida con seguridad a través del dominio de una amplia galería de recursos. En la noche del pasado jueves se la vio, además, cómoda y con muchísima entrega.

El aire de Cádiz

Baile: Rosario Toledo. Guitarras: Miguel Iglesias, Daniel Méndez. Cante: Enrique El Extremeño, Antonio Campo. Percusión: Raúl Domínguez. Jueves Flamencos de El Monte. Sala Joaquín Turina. 25 de enero de 2007.

Su recital se inició con la malagueña "mellicera" a la que adornó con el juego de la bata y una ajustada expresión corporal. En la soleá, su amplio derroche no impidió que ésa fuese la pieza que más acusase la mencionada falta de continuidad. En su siguiente aparición, tras el espléndido remate al cante por martinete, ofreció una seguiriya de carácter y autoridad. Pero, si se trataba de buscar el aire de Cádiz, su baile por alegrías bien valió el viaje. Gracia, donosura, picardía; el dulce balanceo junto al quebrado desplante o el juego de los ojos. Todos los elementos que componen este estilo resueltos de manera tan sutil como femenina.

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