La economía china creció en 2006 al mayor ritmo en 11 años
El Gobierno de Pekín afronta el riesgo de que se dispare la inflación
La economía china prosigue su avance febril. El PIB del país asiático creció un 10,7% el año pasado, hasta alcanzar 20,94 billones de yuanes (dos billones de euros), según anunció ayer la Oficina Nacional de Estadísticas. Se trata del mayor ritmo de incremento experimentado en los últimos 11 años, lo que hace presagiar nuevas subidas de los tipos de interés y otros controles para evitar el riesgo de inflación.
De seguir la tendencia actual, China podría adelantar el año que viene a Alemania y convertirse en la tercera economía del mundo por tamaño. En 2005, desplazó al Reino Unido del cuarto lugar.
Sin embargo, las desigualdades sociales han continuado aumentando a pesar de que el Ejecutivo del presidente Hu Jintao ha hecho de la reducción de las diferencias una de sus prioridades. Los ingresos disponibles per cápita en las zonas urbanas subieron un 12,1%, hasta situarse en 11.759 yuanes (1.166 euros), mientras que en las zonas rurales lo hicieron un 10,2%, hasta 3.587 yuanes.
El ascenso del 10,7% del PIB sigue al 10,4% registrado en 2005, y al 10,1% de 2004. Para encontrar una cifra superior, hay que remontarse más de una década, hasta 1995, cuando fue del 10,9%. La potencia asiática ha duplicado casi en los últimos cinco años su actividad, gracias al auge de la inversión y de las exportaciones, catalizadas por su entrada en la Organización Mundial de Comercio (OMC) a finales de 2001. Xie Fuzhan, responsable del departamento estadístico, calificó el crecimiento de "constante y rápido", pero descartó que haya recalentamiento.
Pekín intenta mantener desde hace años un difícil equilibrio. Por un lado, busca que el caballo de la economía galope, con objeto de seguir mejorando el nivel de vida de la población; pero, por otro, intenta evitar que se desboque. La inversión en activos fijos, el principal indicador del gasto público en nueva capacidad productiva, aumentó un 24,5%, gracias a la gran liquidez existente. La cifra es inferior al 25,7%, de 2005, pero muy superior al objetivo del 18% que se habían fijado las autoridades para 2006.
Desde abril del año pasado, el banco central ha subido dos veces los tipos y cuatro veces la proporción de depósitos que las entidades financieras deben tener en reserva. Pekín ha restringido las inversiones consideradas innecesarias, señalando, incluso, públicamente a aquellas provincias y dirigentes locales que no respetan las directrices oficiales.
"La estructura de nuestra inversión ha mejorado, y la realizada en sectores que experimentan exceso de capacidad está bajo control", señaló Xie. Los analistas, sin embargo, afirman que el Gobierno deberá mantener las riendas tensas en 2007. Especialmente, porque el índice de precios al consumo ha subido -fue del 2,8% en diciembre, y del 1,5% en el conjunto del año-, debido al alza, entre otros, del precio de los alimentos.
El banco británico Standard Chartered asegura que el banco central chino podría decidir adelantar la próxima subida de intereses -según algunas fuentes, a este primer trimestre- y acelerar la progresiva flexibilización del yuan para reducir el fuerte superávit comercial, que es fuente de continuas tensiones con países como Estados Unidos, y ha situado las reservas en divisas extranjeras en un billón de dólares.
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