El temporal Kyrill deja 50 muertos y miles de millones de euros en daños en Europa
La tormenta destruyó documentos de un campo de concentración cerca de Berlín
Media Europa trabajaba ayer en el desescombro tras el paso de Kyrill (Cirilo), una de las tormentas más fuertes de los últimos 20 años que causó cerca de 50 muertos y daños materiales de miles de millones de euros. La tormenta perdía ayer fuerza al desplazarse hacia territorio ruso.
En Alemania, uno de los países donde la tormenta actuó con mayor virulencia, se mezclaba ayer la tristeza por las al menos 12 víctimas mortales con la satisfacción de que los daños fueron limitados en comparación con la magnitud del huracán. "El paso de la tormenta fue menos grave de lo esperado", declaró el ministro alemán de Infraestructura, Wolfgang Tiefensee. Los medios de comunicación alemanes se congratulaban de que los tempranos preparativos y la puntual información a la población pudieron evitar males mayores.
Aun así, Alemania lloraba ayer la muerte de 10 personas y la desaparición de otra. La mayoría de ellas perdieron la vida en accidentes relacionados con el huracán, y dos eran bomberos en servicio. Uno de los accidentes más trágicos le sucedió el jueves a un niño de 18 meses al que le cayó encima la puerta de la terraza, arrancada de cuajo por el viento. En Alemania, las compañías de seguros cifraron ayer los daños en mil millones de euros.
Los efectivos continuaban ayer a destajo para liberar de ramas de árboles caídas sobre las vías de ferrocarril, que impedían la reanudación total del tráfico. Miles de viajeros tuvieron que pasar la noche en estaciones y aeropuertos, para lo que se improvisaron dormitorios colectivos. El tráfico aéreo quedó ayer reanudado, pero los colegios de muchas comarcas alemanas permanecieron cerrados y 49.000 hogares seguían sin electricidad.
Kyrill se saldó también con algunas pérdidas irremplazables. Algunos documentos del archivo del campo de concentración de Sachsenhausen, cerca de Berlín, se mojaron al volar el tejado del edificio por la acción del viento.
Panorama devastador
Pero si en Alemania los vientos alcanzaron los 202 kilómetros por hora, en Suiza llegaron a 225 en el glaciar de Aletsch, en los Alpes. En el resto de Europa, las lluvias y vientos dejaron un panorama de devastación similar al alemán. En la República Checa el Kyrill dejó al menos cuatro muertos y a un millón de personas sin electricidad. En Holanda se registraron también seis muertos, lo mismo que en Polonia, donde los bomberos tuvieron que intervenir más de 5.000 veces para rescatar a personas afectadas por las tormentas. En Francia hubo que lamentar dos muertos y nueve en el Reino Unido.
Kyrill gastó también una broma pesada a los preocupados por el suministro energético de Europa al provocar el corte del abastecimiento por el oleoducto Druzhba a su paso por Ucrania.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.