Un servicio en construcción
Nadal se hace un "lío" con su nuevo saque, y los especialistas del circuito explican sus claves
Rafael Nadal ha descubierto las dudas. El mallorquín lleva dos años subido al número dos mundial gracias a su fe inquebrantable, a su fuerte personalidad y a que "mentalmente es el mejor de la historia", en definición de David Ferrer. Ahora, Nadal se ha buscado un nuevo saque. Ha subrayado la palabra "agresividad" y se ha lanzado a cambiar su juego, a terminar antes los puntos. Y le cuesta. Y no se gusta. Y, cuando le aprietan, falla y vuelve a lo suyo, a lo conocido. Nadal, convertido en un tenista a la búsqueda de sus golpes ganadores, se juega hoy el pase a octavos de final del Open de tenis de Australia con el suizo Wawrinka. Y trabaja un tipo de servicio en los entrenamientos y vuelve al anterior, viejo compañero, cuando se le empinan los partidos: "Estaba sacando bien hasta que me lié", reconoció tras su victoria ante Kohlschreiber. "A veces el problema no es el servicio, sino el jugador que tienes enfrente. Él me cogió el ritmo de la bola, intenté probar saques distintos, pero no encontré la fórmula. Me ha roto el saque cuatro veces". Sacar bien en Australia tiene truco. Lo atestiguan los mejores especialistas del circuito:
NOVAK DJOKOVIC. "Durante el día la bola va más rápida"
Djokovic (Serbia, 19 años), con un 71% de acierto con el primer servicio, integrante de la generación que quiere retirar a Federer a base de pelotazos, lo tiene claro: "Sacar bien es una cuestión de práctica", dice. "Cada superficie requiere un tipo distinto de servicio, igual que requiere un tipo distinto de juego. El tiempo, el calor y la humedad influyen aquí, en Australia. Durante el día, cuando hay humedad, la bola va más rápida. Por la noche, va más lenta", comenta el serbio.
A Djokovic no le han pasado desapercibidos los cambios en el servicio de Nadal: "Todo el mundo sabe que Nadal es una pesadilla para cualquier jugador desde el fondo de la pista porque siempre está luchando. Lo que pasa es que está sufriendo con su servicio".
ANDY MURRAY. "Es una cuestión de fuerza"
Murray (Escocia, 1987), que saca a 217 kilómetros por hora, es la antítesis de Nadal: es un gran sacador sin físico. No está convencido de que ni Nadal pueda mejorar su saque con cambios técnicos. Especialista consumado, lo fía todo a la fuerza: "No es una cuestión de técnica", afirma. "Tengo asumido que, cuanto más fuerte me ponga, mejor servicio tendré". Murray explica su progresión, la que le ha llevado a ser el decimosexto mejor jugador del mundo, en función de la mejora de su acierto en el servicio: "La consistencia ha vuelto. He sacado al 69% [de acierto del primer servicio] en un par de partidos, y el año pasado al 50%. Mi primer servicio es más efectivo".
MARDY FISH. "Hay que cuidar el porcentaje de primeros"
Mardy Fish (Estados Unidos, 1981), 33 aces en dos partidos, no sólo es un especialista del saque ni un habitual del equipo de Copa Davis de Estados Unidos. También es uno de los primeros jugadores que se enfrentó al nuevo servicio de Nadal, que le derrotó en el Masters de Madrid. Ahora ha probado las ventajas de la pista sintética de Melbourne: "Ayuda en el segundo servicio. Es más rápida de lo que solía ser. La bola resbala un poco y, sí, eso ayuda. No es una pista dura lenta y eso, definitivamente, juega a favor del servicio".
¿Qué debería hacer Nadal para mejorar el suyo? "Bueno, lo que yo estoy intentando trabajar es el número de primeros servicios, su porcentaje, mejorar la marca que he tenido en el pasado. El servicio ha sido una parte integral de mi juego desde que empecé en esto. Cuando sirvo bien, todo funciona en mi juego, puedo subir a la red...".
RADEK STEPANEK. "Ser zurdo le hace muy diferente a mí"
Radek Stepanek (República Checa, 1978), 11 aces contra Federer, nueve contra Ferrer, que ya está preparando su boda con Martina Hingis, explica que el asunto de la capa de ozono y del calentamiento global no sólo afectan a Australia, sino también al tenis que se juega en Melbourne: "Las condiciones de humedad y temperaturas altas hacen que la bola bote mucho. A mí me va bien eso. Según cambian las condiciones del tiempo, cuando juegas de noche, cambian las de la pista, que se vuelve más lenta cuando bajan las temperaturas. Ahí no soy tan efectivo", explica.
¿Cree que Nadal debe mejorar su servicio? "Él sabe que si quiere mejorar en pistas rápidas también tiene que mejorar su servicio; el tiempo dirá si lo consigue", explica antes de desvelar una de las ventajas del juego del mallorquín, el arma con la que la naturaleza cargó su juego: "Nadal es zurdo. Por eso para mí es complicado darle consejos técnicos. Es diferente a mí".
ROGER FEDERER. "A mí no me preguntes"
El pulso que Roger Federer (Suiza, 1981), el número uno, mantiene con Rafael Nadal traspasa las pistas. A Federer no le gusta que le pregunten por Nadal. Tampoco por su servicio: "Creo que ha hecho unos pocos cambios", concede. "Por ahora le va bien: no ha perdido y ha pasado por sus partidos como se supone que tiene que hacerlo", continúa. "En la próxima ronda juega con un amigo mío y será un partido duro. Nunca han jugado", destaca.
Federer, como Nadal, nunca habla de hipotéticas finales, de su posible enfrentamiento, de la rivalidad, así en mayúsculas, que fomentan los dirigentes del circo del tenis. Sus análisis, sin embargo, siempre dejan una conclusión molesta para Nadal, una insinuación sobre que la carrera del español y su juego no llevan un rumbo claro. Federer siempre le pide a Rafa que se pregunte qué es lo que quiere realmente: "Está jugando bien. Sigue en marcha, pero tiene que decirse a sí mismo lo que quiere mejorar".
¿Cuál? "No me pregunte a mí. Pregúntele a él", cierra.
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