Una pieza defectuosa causó la grave avería del escenario del Palau de les Arts
El mal funcionamiento en un motor originó el fallo que no palió el sistema de seguridad
Una pieza defectuosa del complejo sistema escénico del Palau de les Arts fue la causante de la grave avería del pasado 2 de dicembre. La pieza de un motor de transmisión generó el fallo que ha inutilizado el sistema hidráulico del teatro de la ópera hasta la próxima temporada. Tampoco el sistema de seguridad funcionó como estaba previsto. La reparación y los desperfectos ocasionados podrán ser asumidos por una de las empresas adjudicatarias de la maquinaria escénica. La multinacional Waagner Biro ya construyó en muy poco tiempo la actual plataforma fija del escenario.
Los responsables técnicos de las empresas adjudicatarias han estudiado con todo detenimiento la avería del Palau de les Arts desde que ésta se produjo al mover la plataforma con el decorado de Don Giovanni. Se atribuye el fallo a una pieza defectuosa, cuya probabilidad de funcionar incorrectamente es remota. Sin embargo, sucedió; con el agravante de que el sistema de seguridad no sirvió para paliar el deslizamiento de la plataforma por uno de sus vértices, quedando desnivelada e inutilizada bajo la cota del escenario.
Cuando acabe en mayo la actual temporada del Palau de les Arts, se procederá a arreglar y cambiar la maquinaria, introduciendo mejoras en el sistema de seguridad, que garanticen la estabilidad de la plataforma en movimiento con pequeños espacio e intervalos.
Las empresas adjudicatarias de la maquinaria escénica fueron Thyssen, Waagner Biro Chemtrol. Todas ellas cuentan con una contrastada experiencia en el sector teatral y operístico europeo.
El coste del equipamiento escénico se elevó a 26,2 millones, un 16% más de lo previsto, según el último informe de la Sindicatura de Comptes, relativo al 2005. Las obras de construcción del (aún inacabado edificio) ascendieron en 2005 a 304 millones de euros.
La avería de la maquinaria escénica sacó a relucir problemas de improvisación y de falta de rodaje del Palau de les Arts, que se ha inaugurado sin contar en un principio con tres de sus cuatro salas. También se evidenciaron diferencias entre los responsables del Palau, que pueden desembocar en cambios en el organigrama. El estudio de Santiago Calatrava, responsanble del diseño de la ópera, tan sólo entregó la obra de la sala principal.
Técnicos confidenciales
Técnicos del Palau de les Arts, aunque no desempeñen ningún cargo importante de responsabilidad, tienen en su contrato una cláusula de confidencialidad. En ella se especifica que el trabajador deberá guardar "los datos de carácter personal y/o laboral a los que pueda tener acceso por razón de un puesto de trabajo, aun después de extinguida la relación laboral con esta empresa. En este sentido, el empleado se compromete a tratar confidencialmente y a no reproducir, publicar ni difundir ninguna información de la que disponga o pueda disponer, como consecuencia de la relación laboral establecida por el presente contrato".
Este tipo de cláusula es común (y la ley así lo recoge) en los contratos de altos cargos y de dirección, pero no en los destinados a técnicos de escenario o a trabajadores de base. Los técnicos del vecino Palau de la Música, por ejemplo, carecen de esa especificación.
No obstante, el Palau de les Arts negó con rotundidad la existencia de la cláusula hace unas semanas, tras la grave avería que provocó el 2 de diciembre la inutilización del sistema hidráulico del escenario.
El Palau de les Arts contrató a la mayor parte de los técnicos de su plantilla a poco más de un mes de la apertura oficial del teatro de la ópera. El tiempo de preparación fue muy inferior al que dedicaron otros coliseos, como el Teatro Real de Madrid.
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