Procesados los dos policías que robaron cocaína en Jefatura

La titular del Juzgado de Instrucción número 20 ha dictado auto de procesamiento contra los dos policías que, junto a un cómplice de nacionalidad rumana, robaron 20 kilos de cocaína de un alijo custodiado en la Jefatura Superior de Valencia el pasado mes de julio. Serán juzgados por un delito contra la salud pública con agravante de funcionario y podrían ser condenados de nueve a 13 años de cárcel.

Los agentes robaron parte de un alijo y la escondieron en un trastero en Alcorcón

Manuel J. T. trabajaba como agente del Cuerpo Nacional de Policía en Valencia. Estaba adscrito a la Brigada de Seguridad Ciudadana y en la noche del 28 al 29 de julio de 2005 ejercía funciones de vigilancia en la Jefatura Superior de Policía de Valencia. José A. L. estaba destinado en Madrid, en una comisaría en Carabanchel. De común acuerdo sustrajeron supuestamente 20 kilos de cocaína en dos tablas, cada una de diez kilos, con el objeto de introducir la sustancia en el mercado a través de un cómplice, I. P., de nacionalidad rumana. La cocaína procedía de un alijo requisado pocos días antes y estaba en el interior de una furgoneta oficial en el aparcamiento de la Jefatura Superior de Policía. A I. P. le dieron tres kilos de cocaína para que iniciara la venta. Los otros 17 kilos los escondieron en un trastero usado por el agente J. A. L. ubicado en Alcorcón (Madrid). La juez considera que los hechos constituyen "un delito contra la salud pública de sustancia que causa grave daño a la salud y en cantidad de notoria importancia".

Según la juez, lo ocurrido está tipificado en el artículo 369.1, en los puntos primero y sexto y por ello podrían ser condenados de nueve a 13 años de cárcel. Las parejas sentimentales de los tres procesados han permanecido durante varios meses como imputadas también en la causa, imputación que ha desaparecido en el auto de procesamiento.

La droga robada e íntegramente recuperada fue parte de los 513 kilos que la policía requisó el pasado 26 de julio. Dos días después, en la madrugada del día 29 de julio, se produjo la sustracción. La policía dio cuenta extraoficialmente a la fiscalía a última hora del día 30. Y no hizo público el hecho hasta el día 31.

La policía puso en marcha un importante dispositivo para encontrar, a sabiendas de que era alguien de dentro, a los culpables del robo. Al frente de la investigación, el Jefe Superior de Policía, Alejandro Valle, que ha guardado silencio sobre el asunto, puso a la comisaria María Pilar Allué, segunda de la Jefatura. El 19 de agosto se produjeron las dos primeras detenciones. La fundamental, en León. Uno de los implicados viajaba en su coche con 17 kilos de los 20 robados. Los tres que faltaban estaban en un domicilio. El 26 de agosto se detuvo al matrimonio rumano.