Viaje al origen del impresionismo
Caixanova presenta en Vigo una muestra de pintura francesa del siglo XIX
La ruptura que el impresionismo supuso en la historia de la pintura es mucho más fácil de comprender tras recorrer las obras de los veinte artistas preimpresionistas que Caixanova ha reunido en la muestra La escuela de Barbizón. Es la primera vez que una antología de esta etapa pictórica visita España, y ha sido Galicia la única comunidad autónoma que la ha acogido. La exposición ha visitado ya Ourense y Pontevedra, y ayer se inauguró en Vigo, donde estará hasta el 18 de febrero.
Será la última oportunidad de admirar en mucho tiempo las obras de Millet, Corot, Díaz de la Peña, de "todos los grandes", en palabras de la comisaria de la muestra, Marisa Oropesa. Porque gran parte de estos cuadros regresarán a Francia para exponerse en el Museo de Orsay.
La exposición, que ya estuvo en Ourense y Pontevedra, nunca se había visto en España
La escuela de Barbizón fue un momento único en la historia del arte. Grandes artistas, cansados del agobio industrial de París, coinciden en los hermosos bosques de Fontainebleau. Allí darán rienda suelta a su creatividad forjando una obra de la que se nutrirán los grandes impresionistas, como Monet. Marisa Oropesa ha hecho una selección cuidadísimo de los preimpresionistas. De todos tiene una anécdota: "Rousseau murió allí, en brazos de Millet". Allí es Fontainebleau, una zona de bosques que, tras la admiración que despertó en este grupo de artistas, recibió la protección de Napoleón III, que prohibió destruirlos. El edicto sigue vigente hoy, explica Oropesa.
Así que quien visite hoy esta zona de Francia, cercana a París, podrá reconocer los robles que los artistas de Barbizón inmortalizaron, los campos, los animales ... Poco ha cambiado. En la muestra hay cuatro obras de Corot, que conviven junto a los robles de Brascassat, un enamorado de las raíces de los árboles.
Millet, uno de los artistas más vinculado a este movimiento, dijo en el siglo XIX que "hay que llevar lo trivial al nivel de lo sublime". Él decidió quedarse para siempre en Barbizón. Parte de la influencia de estas tierras pervive en la obra de este artista que puede admirarse en Vigo, El verano, Cerés, clarísima precursora del Ángelus que inspirará a Vincent Van Gogh y Salvador Dalí, explica la comisaria de la muestra.
Hay trabajos que nunca hasta ahora se han visto en España, como los cuadros de Rosa Bonheur, "la mejor animalista de todos los tiempos", según Oropesa. El detalle del caballo y el perro que se exhiben en Vigo lo prueba. Hay también obras de su hermano, otro experto en pintar animales. Junto a ellos, cuadros de Flers, Daubigny, Troyon... Hasta veinte artistas que pintaron en el XIX, en un momento único.
Ellos sentaron las bases del impresionismo, como se ve con claridad en los nenúfares de A orillas del Oise, de Daubigny, uno de los cuadros más impresionantes de la exposición: "Era muy amigo de Monet, y antes que él se instaló en una barcaza que convirtió en taller". Marisa Oropesa tiene claro que los nenúfares de este cuadro tienen mucho que decir en la historia del impresionismo.
Muchos de estos artistas retrataron hasta la saciedad un roble de estos bosques, el viejo roble, en contraste con la vida industrial del París que abandonaron. Se hermanaron durante años, intercambiándose consejos y alquilando casas cercanas. Fue lo más parecido a una comuna francesa tal y como las imaginamos. Con la diferencia de que, lejos de ser considerados revolucionarios o problemáticos, los 20 artistas que llegan a Vigo fueron condecorados con la Legión de Honor.
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