Ando Momofuku, "el rey de los tallarines instantáneos"

Ando Momofuku, que nació en la isla de Taiwan en 1910 y era conocido como "el rey de los tallarines instantáneos", falleció en Ikeda (Osaka, Japón) de una crisis cardiaca. Tenía 96 años de edad y había conseguido llevar sus pastas al espacio.

Ando Momofuku, conocido como "el rey de los tallarines instantáneos", falleció el 5 de enero a los 96 años de una crisis cardiaca en un hospital de Ikeda, en Osaka (sur de Japón), tras haber conocido la consagración mundial para el producto de su invención, consumido hasta en los vuelos espaciales cuando su Space Ramen (Tallarines espaciales) fueron elaborados para el astronauta japonés Soichi Noguchi, que los comió en una misión del transbordador Discovery hace dos años.

Nacido como Go Peh-hok en Kaki (actualmente Chiayi), en Taiwan, de padres taiwaneses, en 1910, durante la ocupación japonesa comenzó a trabajar en la confección en Taipei, sector en el que siguió cuando en 1933 se trasladó a vivir a Japón, donde, ante la escasez de comida tras la II Guerra Mundial y tras ver una larga fila de gente hambrienta ante un puesto del mercado negro, en el que compraban tallarines recién hechos, sintió la urgente necesidad de producir comida versátil y fácil de consumir para alimentar a un gran número de población en un país devastado, relata en su biografía.

Tras numerosos intentos fracasados, creó con 48 años, en 1958, con la que primero fue una empresa familiar fundada en 1948 y con el tiempo se convirtió en el grupo agroalimentario Nissin Food Products, la sopa Chicken Ramen (tallarines con pollo), la primera instantánea en sobre y con pasta en el mundo. Un éxito, pese a que al principio fue un alimento de lujo pues su precio era seis veces mayor al de los tallarines no instantáneos, pero su gran popularidad permitió que bajara.

A esa sopa le siguieron otras como la Cup Noodle en 1971, en un bol de poliestireno al que sólo había que añadir agua caliente y esperar 3 minutos para que se cocinara en él. Un nuevo triunfo mundial para el genio de la mercadotecnia -una de las mayores influencias en la gastronomía nipona-, por la rapidez en su preparación en una sociedad carente de tiempo.

"Sólo habrá paz en el mundo cuando la gente tenga garantizada la comida suficiente", aseveraba el pionero, quien concluyó su larga carrera empresarial en julio de 2005, tras lograr que su grupo fuera el primero en el mercado de pastas al vender al año 10.000 millones de unidades en 10 países. La víspera de enfermar degustó Chicken Ramen en la celebración de Año Nuevo con los empleados de su firma, de la que era presidente y fundador.