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Crónica:Fútbol | 16ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un gran ejercicio de supervivencia

Ronaldinho y Agüero firmaron los goles del Barcelona y Atlético, respectivamente, en un buen partido

Ramon Besa

Tan desvencijado como valiente, el Barça aceptó de mala gana el empate porque jugó para ganar al Atlético pese a quedarse sin futbolistas. A los azulgrana les faltaron piernas y pulmones, munición y gas, para tumbar a un rival que siempre se dejó sentir en un encuentro movido, mal arbitrado y que le viene al pelo cuando es rudioso. Anoche no pudo ganar como es costumbre porque le faltó el tradicional gol del Torres, y no le quedó más remedio que dar por bueno el tanto de Agüero, que a fin de cuentas expresa el nuevo orden rojiblanco. Ahí está el Atlético, estirando el cuello, sobreviviendo de nuevo a un partido delicado, de manera que salió contento con el resultado. Fue un ejercicio de supervivencia para el Atlético y también para el Barcelona, un equipo tan hermoso como maltratado, que se rebeló con grandeza y estilo contra toda la adversidad.

BARCELONA 1ATLÉTICO 1

Barcelona: Víctor Valdés; Belletti, Puyol, Thuram (Giuly, m. 61), Oleguer; Xavi, Motta, Deco; Iniesta, Gudjohnsen (Ezquerro, m. 67) y Ronaldinho. No utilizados: Jorquera, Saviola, Olmo y Crosas.

Atlético:Leo Franco; Seitaridis (Varela, m. 20), Pablo, Zé Castro, Antonio López; Galletti (Pernía, m. 85), Luccin, Maniche, Jurado (Mista, m. 46); Torres y Agüero. No utilizados: Pichu, Azcárate, Gabi y Víctor Bravo.

Goles: 1-0. M. 40. Ronaldinho transforma una falta desde el borde del área. 1-1. M. 59. Luccin asiste al hueco para Agüero, que define ante la salida de Valdés.

Árbitro:Medina Cantalejo. Mostró la tarjeta amarilla a Seitaridis, Belletti, Motta, Luccin, Maniche, Deco, Galletti, Mista y Ronaldinho.

Camp Nou. 53.685 espectadores.

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Atacó con determinación el Barcelona, especialmente veloz y desequilibrante en la línea de medios, y se defendió con entereza el Atlético. Al equipo rojiblanco le alcanza con un delantero como Torres para provocar el temor reverencial del barcelonismo. Al Niño le encanta el Camp Nou, se siente importante, es consciente de su poderío. Así que el plantel de Aguirre procuró arrancar cada jugada con su delantero centro. Un par de llegadas certificaron su capacidad de despliegue en el terreno ajeno. Al Barça no le quedó más remedio que cargar con un par de tarjetas y dos libres directos muy apetecibles para cualquier francotirador. Puntual y selectivo en ataque, el Atlético se quebró en la línea de medios, sobrepasado por el fútbol vertiginoso de Iniesta, Xavi, Deco y Ronaldinho. Aunque afeitado desde la alineación por las ausencias de laterales y extremos, futbolistas capitales para entender su juego, el Barça combinó rápido en la línea de tres cuartos, a un toque y de primera, siempre a la búsqueda del espacio generado por los movimientos de los delanteros. La presencia de Iniesta como falso punta reforzó la posesión de la pelota y también su mejor circulación. La productividad de los centrocampistas fue especialmente cualitativa. El tictac del Barça ensimismó al Atlético, que empezó a conceder ocasiones más que remates. Únicos en la elaboración, a los azulgrana les cuesta disparar sobre la marcha, al punto de que acompañan el balón hasta la línea de gol en cada jugada. Ausente Eto'o, necesitan del egoismo de un delantero, una función que ha asumido sobre todo Ronaldinho ante el altruismo de Gudjohnsen. El gaucho ha solucionado muchos partidos que le giraban la cara al Barça, y anoche volvió a asumir el rol de goleador en un golpe franco.

La capacidad de sorpresa de Ronaldinho es ilimitada, tanto con la pelota en juego como a balón parado, que también, como se viene constatando durante la semana. Los porteros ya no saben a qué atenerse ante el surtido de remates del brasileño. Una vez sabido que puede marcar por encima, por debajo y por los dos costados de la barrera, con efecto o seco, ayer puso el cuero por el palo del guardameta, que quedó bien retratado.

Inaugurado el marcador, al Barcelona le faltó matar el partido en una asistencia con el pecho de Ronaldinho que Gudjhonsen no supo engatillar para suerte del Atlético, que se recompuso en el camerino. Apareció Mista en la reanudación y se inflaron los rojiblancos, más competitivos, al tiempo que se desfondaban los azulgrana, fatigados por tanto trasiego como llevan por el Mundial de Clubes.

Picó el Barça en el fútbol directo propuesto por el Atlético, que empató en una maniobra preciosa, marca de la casa: Luccin profundizó para Agüero, que le ganó la espalda a los dos centrales y remató a la red después de romper a Thuram. El saldo de la jugada expresó la perfección de la contra atlética y el mal trago barcelonista. El gol agrandó la peligrosidad del plantel rojiblanco, más fresco y a gusto con el nuevo escenario, tan largo como ancho, díficil de atacar y defender para el Barça, cansado y discutiblemente remendado desde el banquillo, porque no se sabe muy bien que pretendía Rijkaard.

Al Barça le redimió entonces el voluntarismo de su plantel y la competitividad de sus futbolistas. La falta de alternativas del juego, sin embargo, le impidió la victoria. El resultado fue tan cruel como irreprochable resultó la actuación azulgrana: el Barça se reencontró con su fútbol de ataque y el Atlético vibró con su contragolpe.

Ronaldinho cae al suelo ante Antonio López y Leo Franco.
Ronaldinho cae al suelo ante Antonio López y Leo Franco.MARCEL.LÍ SÁENZ

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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