"Nos llevamos un buen susto"

En la madrugada del lunes, José Calderón se encontraba sentado frente a su ordenador cuando se llevó un susto de muerte. Seguía a través de Internet el partido que Toronto Raptors disputaba contra Golden State Warriors, cuando vio cómo su hijo, José Manuel Calderón, bregando por un rebote con Mickael Pietrus, caía al suelo, recibía un fuerte golpe en la espalda, solicitaba asistencia y, acto seguido, era evacuado de la pista en camilla y con un collarín, rumbo al Hospital Monte Sinaí de Toronto.

El asunto tenía muy mala pinta: Calderón mantenía la consciencia, pero no podía moverse. El encuentro estaba a punto de concluir y su compañero Jorge Garbajosa quiso acompañarle en la ambulancia. "Nos llevamos un buen susto, pero ya estamos más tranquilos", reconoció ayer el padre del base de los Raptors a la agencia Efe. "Quienes hemos jugado al baloncesto, como lo he hecho yo, sabemos que existe mucho contacto, máxime en una Liga como la NBA, y pueden producirse malas caídas como la de José Manuel", prosiguió.

"Sabía que no era grave, pero no podía mover la pierna izquierda", señaló el jugador

Tras varias horas de angustia, una llamada de su nuera, desde Canadá, tranquilizó los ánimos de la familia: "Creo que no hay ni siquiera esguince cervical, sino que todo ha quedado solamente en el golpe y el dolor", avanzó el padre de Calderón, después de hablar también con su hijo. "Me dijo que se encontraba bastante bien", añadió, antes de que los médicos que atendieron al base de los Raptors emitieran un comunicado oficial y confirmaran el diagnóstico.

La aparatosa caída de Calderón ha quedado en un susto doloroso. El base extremeño se encuentra en observación, tras abandonar ayer el hospital en el que había sido ingresado "por precaución" y después de que los médicos descartaran cualquier tipo de lesión lumbar o cervical. "Calderón se encuentra bien y no sufre ninguna lesión grave", confirmaron los facultativos en su comunicado. Tanto es así que el base español, que se encuentra ya en su domicilio, ha pedido reincorporarse a la disciplina del equipo, que hoy se enfrenta a los Phoenix Suns en Arizona. También por precaución, los médicos le han aconsejado que, de momento, guarde reposo. Calderón reconoció que, en un primer momento, se asustó por el dolor y por la falta de sensaciones en la zona lumbar, pero que, ya en la ambulancia, se dio cuenta de que no revestía mayor gravedad.

El golpe sufrido por el base español mantuvo en vilo no sólo a su familia, sino también a sus compañeros de equipo, que enseguida recordaron lo ocurrido el pasado verano con Pape Sow. "Todos los jugadores están pendientes de la situación de José, sobre todo por lo que pasó con Sow", confirmó el técnico de los Raptors, Sam Mitchell. Preparando una liga de verano en Las Vegas, el jugador de los Warriors Keith McLeod se fracturó las vértebras. "Lo primero que hice fue orar por la salud de Calderón porque recordé lo que me pasó, y no quise que le sucediera lo mismo; yo sé lo que se sufre", dijo el propio Sow. "Gracias a Dios él puede hablar y moverse. Yo no podía hacerlo cuando me pasó".

"Su lesión ha empañado nuestra tercera victoria consecutiva porque en este vestuario somos una familia", lamentó el compañero de Calderón en los Raptors, TJ Ford. "Todos rezamos por él porque es uno de nuestros hermanos y queremos asegurarnos que él y su familia están bien", añadió Morris Peterson.