Personas antes que empleados
Los expertos en psicología laboral afirman que el éxito profesional es una consecuencia del desarrollo personal
Por muchas horas al día que se pasen en la oficina, los trabajadores son ante todo personas. Tienen necesidades, sentimientos y deseos. Parece una obviedad, pero la mayoría de las empresas en España no suelen preocuparse por la dimensión humana de sus empleados. Y eso que los expertos en psicología laboral afirman que el éxito profesional es una consecuencia del desarrollo personal. A lo largo de la próxima década se espera que la formación se consolide como la mejor manera de generar valor añadido.
Las empresas que invierten en formación cuentan con ambientes laborales más saludables, lo que favorece su cuenta final de resultados
Cuando se habla de las herramientas que potencian el desarrollo de las personas en el ámbito de la empresa, la mayoría de trabajadores adopta una actitud cerrada y escéptica. "A estos profesionales, normalmente altos directivos, las actividades y enseñanzas que tengan que ver con el conocimiento profundo de sí mismos les incomodan", afirma Maite Barón, experta en PNL Coaching y directora del Building Visionary Organizations, con sede en Londres.
A juicio de Barón, "estas reticencias, basadas en un miedo absolutamente infundado, tienen los días contados". Según un estudio realizado por varias universidades estadounidenses, "preocuparse por el bienestar psíquico de los trabajadores mejora la competitividad de las empresas".
Así, el crecimiento de las 500 principales compañías del mundo en los últimos 10 años ha rondado el 130%. Las que en este periodo fomentaron entre sus empleados las habilidades propias de la denominada inteligencia emocional (motivación, autoconciencia, empatía y agilidad mental) mejoraron sus resultados alrededor del 760%. Este salto cuantitativo se debe, sobre todo, a la mejora del ambiente laboral, concluye el estudio.
El auge de esta formación en Estados Unidos está inspirando a los departamentos de Recursos Humanos en España, que empiezan a interesarse por estos cursos. Barcelona acogió hace poco un seminario de gestión de personas de la multinacional HSM, especializada en formación para ejecutivos y directivos.
El evento contó con la participación de destacados expertos en desarrollo personal, como Santiago Álvarez de Mon, profesor del IESE, quien aseguró que "los profesionales que no conocen sus patrones psíquicos de conducta actúan como máquinas y no como personas responsables de sus actos". Álex Rovira, autor de los best sellers La buena suerte, La brújula interior y Los siete poderes (editados por Empresa Activa), abogó porque los trabajadores "tomen más conciencia de sí mismos, de su realidad interior, que es de donde surge toda la capacidad para desarrollar sus cometidos profesionales". Finalmente, Juan Mateo, presidente de la consultora Training Lab, especializada en formación de directivos, recordó que para alcanzar dicho autoconocimiento, "es imprescindible el esfuerzo, el sacrificio y la disciplina".
Libros recomendados: Guía financial times de salud para ejecutivos, de varios autores (Deusto); Lo bueno de ser bueno. Conquistar con humanidad el mundo de los negocios, de Linda Kaplan Thaler y Robin Koval (Alienta Editorial), y Eneagrama y éxito personal, de Ginger Lapid-Bogda (Urano).
El Instituto de Formación Avanzada alcanza los 75.000 alumnos en nueve años
"La única formación valiosa es la que procede de la experiencia; lo que se vive en primera persona nunca se olvida". Así opina Gonzalo Martínez de Miguel, director general del Instituto de Formación Avanzada (Infova), que después de nueve años de actividad ha impartido cursos a unos 75.000 trabajadores de grandes empresas como Telefónica, Vodafone, Deutsche Bank, Mitsubishi o Carrefour.
Con una plantilla de 12 formadores profesionales, Infova ofrece distintos cursos especializados en liderazgo, trabajo en equipo y gestión del cambio. Además de recibir lecciones teóricas, los trabajadores son puestos a prueba mediante actividades realizadas al aire libre (outdoor). "Así se consigue más eficazmente que estas personas tomen conciencia de lo que son capaces de hacer", afirma Martínez de Miguel. En esencia, "de lo que se trata es de detectar cuáles son las potencialidades y las limitaciones de cada persona, de manera que puedan trabajar consigo mismos para convertirse en profesionales más maduros emocionalmente", añade. Sin embargo, los profesionales españoles todavía cuentan con muchas carencias relacionadas con su desarrollo personal. "La mayoría está apegada a su papel de víctima".
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