Los socialistas llevan al Síndic el deterioro de la línea 1 del metro

Viajar en la línea 1 del metro de Valencia "se está convirtiendo en una aventura", lamentó ayer Josep Bresó, alcalde de Torrent. Bresó encabezó la delegación que se reunió, en nombre de los alcaldes socialistas de las poblaciones por las que discurre la línea 1 del metro, con la Síndic de Greuges, Emilia Caballero. Tras la misma, el alcalde explicó que después del accidente de metro que el pasado tres de julio causó la muerte de 43 personas, la línea registra incidentes cada semana. Por ello, insistió en la necesidad de que la Síndic tome cartas en el asunto en defensa del transporte público para "averiguar cómo se ha llegado a esta situación" ante la cual criticó la pasividad que está mostrando tanto el Consell como el Ayuntamiento de Valencia.

Josep Bresó explicó que hace varias semanas entregó a la Sindicatura de Greuges un escrito de queja sobre el que se trató en la reunión mantenida ayer en Alicante, y también aseguró que aportarán diversos informes que obran en su poder. El responsable socialista valoró la rapidez con la que Caballero ha atendido su petición y la buena predisposición con la que recibió a la delegación. Los alcaldes socialistas comentaron a la salida del encuentro que la Síndic va a admitir a trámite la denuncia y solicitará información a la Generalitat y a la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV).

Josep Bresó dedicó también parte de su intervención a criticar la actitud del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. "Va a ser muy difícil que el presidente de la Generalitat siga escondiéndose", dijo en relación con el primero. El socialista confía en un cambio de actitud por parte del presidente de la Generalitat, del que esperan una reunión, y que no desvíe su responsabilidad al consejero de Transportes, José Ramón García Antón, a quien Bresó considera desacreditado. El alcalde de Torrent, por otro lado, se mostró también convencido de que a Rita Barberá "no le interesa la línea 1".