El Betis termina con la imbatibilidad de Abbondanzieri

Zubizarreta puede estar tranquilo. El Getafe perdió anoche la virginidad en casa. No ocurría desde el 7 de mayo, cuando Lobos marcó para el Cádiz (3-1). El cabezazo postrero de Juanito a la red, con el cuadro de Bernd Schuster añorando al expulsado Belenguer, mantiene intacto el récord del guardameta vasco, vigente desde la campaña 1986-87, cuando permaneció ocho partidos seguidos imbatido en el Camp Nou. Abbondanzieri se quedó a uno y un poquito.

El Betis logró su segundo punto a domicilio, aunque se quedó corto visto el asedio al que sometió al arco del argentino, que salvó -otra vez- de la quema al equipo madrileño. Abbondanzieri siempre anduvo bien plantado para interceptar, sin mover el flequillo y menos un músculo, los intentos de Edu, de Dani, de Assunção... El medio forjado en el Santos mando un trallazo al palo en una falta lejana. El poste la escupió, en una situación que el Getafe explota como nadie: el contragolpe. Por eso, en esa misma jugada, Rivera vio la amarilla, por neutralizar el peligro con una falta táctica.

La idea le gustó a Belenguer, aunque hubiera daños colaterales. Faltaban siete minutos y el capitán veía la segunda cartulina. Dos faltas, dos tarjetas. Apenas un minuto después, Juanito logró el empate. Dani tuvo una ultima ocasión, pero Abbondanzieri, que hasta el testarazo de Juanito llevaba 625 minutos amo y señor de sus dominios, intervino. Igual de tranquilo figuró Contreras, que no pudo hacer nada con Güiza delante. El omnipresente Belenguer le lanzó un balón desde 50 metros que Juanito y Rivas se comieron con guarnición y todo. Poco más hizo el Getafe arriba. Sus atacantes están para tumbarse en el diván: contabilizan 11 goles, un registro sólo superior a los siete de la Real Sociedad.

Puestos a lo peor, los de casa se comportaron como un gallo sin cabeza con un jugador menos. De repente el Betis, nimio en ataque, era un riesgo desde todas partes. La entrada de Dani por Arzo fue decisiva, convirtiendo el duelo en un correcalles; ya en la prolongación, Alexis despejó in extremis con la cabeza, con el punta sevillano con la caña puesta.

La igualada no contentó a nadie. Ni a Abbondanzieri, por el récord perdido -aun así es el Zamora de la categoría, con nueve goles- que casi tenía en la palma de la mano, ni a Jabo Irureta. "Pese a no perder, igual es mi último partido en Betis", cerró el técnico.