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Reportaje:Fútbol | 14ª jornada de Liga

Medio gol por partido

Gudjohnsen supera al fin el recelo con el que le recibió la afición del Barcelona, que prefería a Saviola, y bate sus mejores registros con el Chelsea

Frank Rijkaard reclamó su fichaje tan pronto como supo que el Chelsea le ponía en venta. "Nos aportará mucho", advirtió. Txiki Begiristain, el director deportivo del Barcelona, se fue por él y lo trajo consigo previo pago de 14 millones de euros. Eidur Gudjohnsen (Reikiavik, 1978) se convirtió en el primer islandés en la historia del club. Poco imaginaba que sería víctima de la alargada sombra de Larsson. Inevitable la comparación por nórdico, sólo faltó que escogiera el número 7: salió malparado.

Gudjohnsen -debería llamarse Arnorsen, literalmente el hijo de Arnor, pero sus antepasados compraron en el siglo XVIII el derecho a traspasar de padres a hijos el apellido Gudjohnsen- tuvo un recibimiento mucho más frío en Can Barça del que disfrutó Larsson, ídolo local de buenas a primeras, recibido con fervor en Camp Nou en agosto de 2005, durante un partido de la pretemporada contra el Milan. Ni siquiera la manera en la que hizo público su adiós al Barça -una foto con la camiseta del Helsinborg publicada en un periódico de su país- terminó con tal afecto. Por el contrario, Eidur -nombre de un Dios de la mitología escandinava- recibió un trato cercano al desprecio tras la lesión de Eto'o, cuando la afición se manifestó mayormente en favor de Saviola como sustituto del camerunés.

"No hago caso a las críticas. Me gusta hablar en el campo", advierte el islandés
"Por su agilidad, habilidad y corpulencia, es muy difícil marcarle", dice de él Edmilson

Pero, tras marcar ante el Chelsea y el Werder Bremen, ya nadie discutirá su presencia en el once titular de esta noche ante la Real Sociedad. No ocurría lo mismo hace poco tiempo, cuando fue criticado con dureza tras dos fallos en el Bernabéu. El propio Eto'o tuvo que defenderle. "Meterá muchos goles, pero hay que darle tiempo", dijo sobre él. "No hago caso a las criticas. Me gusta hablar en el campo", se justificó Gudjohnsen. Dicho y hecho: lleva ocho goles (cinco en la Liga, dos en la Copa de Europa y uno en la Copa del Rey) en los 19 partidos que ha jugado (10 en la Liga y seis en la Copa de Europa) y es el mejor goleador del equipo, tras Ronaldinho. Además, ha provocado dos penaltis. En la Liga sale a medio gol por partido, superando su mejor registro con el Chelsea, en la temporada 2001-02, cuando, formando pareja con el holandés Hasselbaink, marcó 14 tantos en 30 partidos (0,46 de promedio). Guddy, además, es un tipo certero: supera el 40% de tino en el remate a puerta.

"Tiene remate, movilidad y juega muy bien de espaldas a la defensa, con lo cual también puede fijar a los centrales. Básicamente, es un referente de apoyo, lo que da profundidad a la salida del equipo, pero no un 9 clásico, aunque haga goles", explica Eusebio Sacristán, ayudante de Rijkaard. "Por su agilidad, habilidad y corpulencia, es muy difícil de marcar", destaca Edmilson. "Guddy es una referencia en punta. Está siendo muy útil", concluye Gio, que, con Sylvinho, ha ejercido como su anfitrión. Pero Gudjohnsen se ha integrado en tiempo récord: habla perfectamente el castellano y su esposa, avezada cocinera, le está descubriendo la cocina catalana. "Me encanta el pan con tomate y la butifarra con alubias", ha explicado en alguna entrevista.

Gudjohnsen celebra su gol al Werder Bremen.
Gudjohnsen celebra su gol al Werder Bremen.REUTERS

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