Prisión incondicional para los policías que urdieron un montaje sobre el 11-M

El juez Juan del Olmo decretó ayer prisión incondicional para seis de los diez implicados en una trama delictiva que presuntamente organizó un montaje para alimentar la teoría conspirativa del 11-M a través del diario El Mundo. Entre los encarcelados figuran tres policías, uno de ellos por los delitos de detención ilegal, tráfico de drogas y tráfico de explosivos, y los otros dos agentes por revelación de secretos con perjuicio para la causa pública. Uno de los policías enviados a prisión, Celestino Rivera, intentó quitarse la vida en los sótanos de la Audiencia al ingerir un tubo de pastillas para su dolencia cardiaca.

Del Olmo decretó la prisión para los policías José Luis González Clares, Celestino Rivera y Antonio Jesús Parrilla y para el supuesto narcotraficante Manuel Romero, la esposa de éste y su abogado. Para un cuarto policía, Luis López Hidalgo, el juez fijó una fianza de 10.000 euros al considerar que no participó en los hechos delictivos, sino que sólo tuvo conocimiento de los mismos. Otros tres agentes, encargados de las diligencias por el supuesto tráfico de explosivos, han quedado en libertad, aunque el juez mantiene la acusación contra ellos.

Del seguimiento del policía Celestino Rivera la investigación ha acreditado que mantuvo contactos con un periodista de El Mundo para preparar una información en la que se vinculaba un falso tráfico de explosivos con el 11-M.

En esos contactos, según el auto judicial, el periodista informaba al policía que la publicación de la noticia estaba a punto y que, tras la supervisión del "jefe", iba a salir el día 30 de noviembre "en primera [página], a todo trapo y metiendo mucho ruido". Al día siguiente, con la noticia publicada, el periodista llamó al policía para preguntarle qué le había parecido la información. El agente, ahora encarcelado, contestó: "Fenomenal. Un diez".