Mena pide más severidad contra los infractores de tráfico en su despedida
El fiscal jefe de Cataluña se jubila después de 10 años en el cargo
Con motivo de su jubilación, José María Mena abandona el cargo como fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) después de 10 años. Ayer se despidió formalmente dictando una última instrucción para los fiscales. Mena les pidió "mayor severidad" a la hora de pedir penas para los conductores que, por imprudencia, hayan originado accidentes de tráfico graves.
"Creo que es una manera razonable de despedirme: preocupándome por la seguridad de nuestros ciudadanos". En una rueda de prensa con un evidente aire de adiós, Mena avanzó el contenido de la última circular que tenía previsto redactar ayer por la tarde. En ella, exige más dureza frente a los conductores que infringen las normas de circulación y ponen en riesgo la vida de otras personas en las carreteras.
En concreto, el todavía fiscal jefe pidió a los fiscales que endurezcan el análisis de las imprudencias, "de manera que no todas sean leves", en especial, si se trata de un caso de homicidio. El objetivo de esta recomendación es claro: "Evitar una sensación generalizada de impunidad, porque la intervención de tipo penal es más aparente que real".
A juicio de Mena, una mayor severidad no debe traducirse en un exceso de autoridad. Por eso defendió que sólo se proponga el ingreso en prisión de los conductores que reincidan en sus conductas temerarias. "Soy más partidario de que las penas sean una espada de Damocles sobre la cabeza del infractor". El fiscal jefe subrayó que las indemnizaciones de las compañías aseguradoras no ayudan a resolver el problema en las carreteras. Mena criticó que tales compensaciones tienen un "techo límite", cosa que no ocurre con otro tipo de incidencias.
43 investigaciones abiertas
En su despedida ante los medios de comunicación, Mena, que hoy cumple 70 años, expresó su "agradecimiento" y aseguró que abandona el cargo como fiscal jefe de Cataluña con un "balance claramente positivo". Nacido en la localidad de Villarcayo (Burgos), resaltó que gran parte de su trayectoria profesional la ha desarrollado como fiscal en Barcelona. En un tono jocoso y ácido, Mena dijo que, desde ahora, se dedicará "a disfrutar del ocio" y de aquí a unos años se convertirá "en un jurista de prestigio".
Más allá de la chanza, Mena no quiso pronunciarse sobre quién podría ser su sucesor en el cargo y remitió a la decisión del Consejo de Ministros. El fiscal jefe dijo que se marcha dejando un total de 43 investigaciones abiertas: "Son caminos que alguien tendrá que seguir.". Entre estas investigaciones figura el caso de presunto mobbing inmobiliario contra un vecino de la calle dels Robadors, en el barrio barcelonés del Raval. Mena admitió que no es demasiado optimista sobre este caso, aunque calificó al vecino afectado de "héroe de la modernidad".
En una reflexión más global, Mena aseguró que, en los últimos años, "la justicia ha mejorado" y los profesionales que la imparten "están mejor preparados". Aun así, admitió que aún no se ha alcanzado un objetivo básico: "Que la justicia sea igual para todos".
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