El Movemento pola Base exige el regreso del BNG a sus orígenes
La vuelta del BNG a los valores de la izquierda y a la defensa del derecho a la autodeterminación es el objetivo principal del Movemento pola Base, una de las tres facciones críticas que disputará la hegemonía en el seno de la organización nacionalista a la alianza formada por quintanistas y seguidores de la Unión do Povo Galego (UPG).
Esta plataforma es el resultado de una escisión de la UPG en la que participan destacados dirigentes de la Confederación Intersindical Galega (CIG) y cuyos miembros representan en estos momentos el ala izquierda del Bloque. La candidatura que el Movemento pola Base ha presentado al Consello Nacional está encabezada por Fermín Paz, número tres de la ejecutiva confederal de la CIG. En ella destaca la presencia de otros representantes del sindicato, entre ellos Rafa Villar, miembro destacado de Nunca Máis y uno de los principales promotores de la plataforma.
Fermín Paz declinó ayer responder a las preguntas de este diario en torno a las propuestas políticas y organizativas del Movemento pola Base porque sus miembros, aseguró, no quieren trasladar a los medios de comunicación un debate que pretenden mantener dentro de los límites de la asamblea nacional que se celebrará este fin de semana.
Una fuerza a la deriva
No obstante, el ideario básico de la plataforma refleja cuáles son sus demandas. Los miembros del Movemento pola Base pretenden conseguir que el BNG acentúe su perfil de "fuerza política nacionalista y transformadora" y devuelva a los militantes un papel central en la organización. A juicio de este sector, el BNG está sufriendo "una deriva" por culpa de una dirección que lo "aleja sensiblemente del proyecto histórico" del nacionalismo "como instrumento para la autodeterminación nacional y la emancipación social".
En el pliego de cargos del Movemento pola Base contra la actual dirección del BNG destaca la acusación de haber intentado anclar el Bloque en el autonomismo y renunciar a las reivindicaciones soberanistas. El debate estatutario, señalan, agrava el problema porque la organización liderada por Anxo Quintana está optando de hecho por atribuir a Galicia "un papel subsidiario en relación al Estado español".
Las críticas de este sector no se limitan a las supuestas cesiones del Bloque en materia de autodeterminación. El abandono de las posiciones de izquierdas, en busca de más "espacio institucional", también destaca en la lista de reproches, junto a la pérdida de peso del compromiso con la lengua y la preservación del medio natural. A todo ello el Movemento pola Base añade la propuesta para abandonar el modelo asambleario, que hasta ahora garantizaba la participación de todos los militantes en las asambleas nacionales y que, en opinión de este sector, "hurta el debate, el contraste de ideas y la construcción del consenso".
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