Sarriugarte da paso a Mané

La directiva del Athletic, que preside Ana Urquijo tras la dimisión de Fernando Lamikiz, destituyó ayer al entrenador, Félix Sarriugarte, tras la derrota (1-3) frente al Sevilla, que dejó al equipo el antepenúltimo, en los puestos del descenso. La sentencia estaba dictada de antemano y el resultado del domingo sólo aceleró un despido masticado desde hace tres semanas. José Manuel Esnal, Mané, es el elegido para ocupar ahora el banquillo. El club negociaba anoche con él los últimos flecos de un contrato que podría ser anunciado hoy.

Sarriugarte tiene el dudoso honor de haber superado en dos jornadas a José Luis Mendilibar, echado en la décima de la pasada campaña, en un segundo ejemplo de la inestabilidad en la que vive el Athletic. Los dos últimos entrenadores que iniciaron sus respectivas temporadas fueron sustituidos a las primeras de cambio y los dos últimos presidentes, Lamikiz e Ignacio Ugartetxe, no pudieron concluir su mandato.

Venía Sarriugarte avalado por los técnicos de Lezama, que, por primera vez, fueron escuchados por el entonces presidente, Lamikiz. La marcha de Ernesto Valverde, ninguneado por éste; el fracaso de Mendilibar, su apuesta emocional, y el desacuerdo final con Javier Clemente, impuesto por los asesores externos del ex dirigente, concluyeron con una nueva apuesta arriesgada. Sarriugarte era el técnico del filial, en Segunda B; ex jugador y estudioso del fútbol. En plena crisis social del club, parecía, por su estilo y su carácter, un hombre adecuado para tranquilizar a la parroquia y recuperar una concordia en el vestuario que se antojaba perdida. Su alternativa tenía un razonamiento lógico: acercarse a la situación vivida en la época de Valverde, la única en la que reinó la tranquilidad.

Sin embargo, los acontecimientos y los resultados le han devorado. El Athletic sólo ha ganado un partido (2-3, en Tarragona, ante el Nàstic) y no conoce la victoria en San Mamés, cuya afición se ha sumido en la depresión. La derrota ante el Sevilla apenas sacó algunos pocos pañuelos contra el palco y leves silbidos contra los jugadores. En cierto modo, la Catedral parece resignarse a la posibilidad de que el Athletic se despeñe en la clasificación tras la experiencia del pasado curso.

El reactivo será Mané, actualmente en el paro tras haber conseguido la pasada campaña el ascenso a Primera con el Levante. Mané, vizcaíno de Balmaseda, alcanzó su cénit con el Alavés con el que subió a la máxima categoría y forjó lo que dio en llamarse el pink team por la indumentaria rosa que lució en la Copa de la UEFA de 2001, cuya final perdió contra el Liverpool en un épico partido disputado en Dortmund.

Mané ha forjado su currículo en su capacidad para sacar rendimiento a equipos presuntamente menores con los que consiguió enormes resultados. El caso más claro fue el Alavés, pero antes había hecho lo propio con el Lleida, al que también ascendió y dirigió en Primera, y finalmente con el Levante, al que llevó la pasada campaña al ascenso tras cogerlo cuando ya estaba mediada. También entrenó al Mallorca y fue solicitado por equipos con pedigrí. Ahora entrenará probablemente al Athletic, algo que siempre deseó, contratado por Ana Urquijo, la presidenta que, antes de destituir a Sarriugarte, atendió en Ibaigane a las cámaras de Al Yazira, cadena con la que tenía concertada con antelación una entrevista.