Zigic baja de las nubes al Recreativo

Los zarpazos del Racing acabaron con el cuento de hadas del Recreativo, desposeído durante demasiado rato del balón y por consiguiente de su manera de entender el juego. El equipo cántabro barrió cualquier romanticismo con un juego muy directo, el que proponen la pintoresca pareja Munitis-Zigic. Su pragmatismo se impuso al fútbol de toque del Recre, al que le faltó elaboración. Fuera de onda Cazorla y desconectados los dos delanteros, Javi Guerrero y Sinama-Pongolle, el Recre volvió a la realidad con una derrota que vendió muy cara. El equipo de Marcelino se fajó hasta el último aliento de un partido de ida y vuelta, sin tregua y lleno de goles. Enganchado a Zigic, el Racing no se complicó la vida. El grupo de Portugal jugó en corto para Munitis y en largo para Zigic, todo un dolor de cabeza para la zaga rival. El serbio marcó dos goles, provocó un penalti y forzó la expulsión de Beto. Abrió el partido y lo cerró.

El conjunto cántabro empujó desde el inicio y mandó el balón a volar en busca de la coronilla de Zigic, que a veces ni siquiera necesita saltar. Más bien al contrario. Como en el primer gol. Munitis puso la rosca y Zigic curvó el espinazo ante Moyá para encontrar el balón en la frontera del área pequeña. Sin la pelota, el Recreativo siguió aturdido durante todo el primer tiempo pese al empate de Beto, que golpeó el balón con la rodilla en un saque de esquina mal defendido por el Racing. Colsa, poco después, abandonó el pico y la pala para abrir una autopista en el centro de la defensa y picar el balón ante López Vallejo.

La escena se repetía en cada ataque. El balón a las nubes para Zigic, los defensores colgados de su cuello y el delantero, rodeado de brazos, que caía al suelo. Tanto se reiteró la jugada que el árbitro puso fin a las quejas con un penalti que fusiló Garay.

Con el partido cuesta arriba, el Recreativo se pareció por fin a sí mismo en la segunda parte. Recuperó la posesión, toda vez que el Racing le regaló complacido la pelota y se encerró en su campo, y volvió a sus orígenes, al juego masticado y abierto a las bandas. Juanma sustituyó a Cazorla para dar vidilla al ataque y Uche volvió a ejercer de polvorín. El pequeño delantero apretó el marcador, pero Zigic apareció otra vez para provocar la expulsión de Beto y cerrar el encuentro con su segundo tanto.

El juego directo y efectivo del Racing pesó más que la pausa del Recreativo.