Maragall afirma que el diálogo en Euskadi es "hijo de Ernest Lluch"

En el sexto aniversario de la muerte de Ernest Lluch y en uno de sus últimos actos como presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall reivindicó ayer el papel del ex dirigente del PSC asesinado por ETA en el proceso de paz en Euskadi. "El diálogo que hay es hijo de él", dijo Maragall tras el homenaje que ayer se le hizo a Lluch en Maià de Montcal (Garrotxa), donde reposan sus restos.

Al homenaje también asistió el presidente electo de la Generalitat, José Montilla; el alcalde de Figueres, Joan Armangué, y los consejeros en funciones Marina Geli y Joaquim Nadal, además de familiares del dirigente desaparecido, entre los que se encontraba su hija Eulàlia. En total, y según fuentes socialistas, unas 150 personas se sumaron al homenaje.

Maragall recordó que Lluch y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón trataban de propiciar el acercamiento "con los sectores más dialogantes del nacionalismo abertzale, se la jugaron" y añadió que esta forma de actuar "quedará por siempre como un modelo". "Parece que está escrito en algún lugar que para que haya paz tiene que haber sacrificio. La humanidad es así. No hay mucha gente en condiciones de afrontar este sacrificio, no es que él -Ernest Lluch- supiera exactamente lo que le iba pasar pero se la jugaba".

Maragall definió al desaparecido dirigente socialista, asesinado mientras regresaba a casa de dar clases en la universidad de Barcelona, como un hombre "que en buena medida, con su muerte ha cambiado el futuro de su país". Tampoco dudó en rememorar uno de los últimos episodios vividos al lado de Lluch. Ocurrió la última vez que lo vio y durante una visita al País Vasco en la que un grupo de radicales le increpó. "Mientras gritáis no matáis", les respondió Lluch.