Cuatro veces 'Anti'

Estimada Maruja: he leído con sorpresa (sobretodo presa de inquietud) su columna del jueves 23 de noviembre. Dice ser Antisionista cuatro veces. ¿Por qué no cinco o seis?, en realidad con decirlo una vez basta. Pero lo que quiero explicarle (aunque se puede leer en cualquier enciclopedia, incluso para no buscar mucho en Wikipedia) qué es ser antisionista. Es estar en contra de la nostalgia religiosa de los exiliados de religión judía, del deseo de volver, de la determinación que surge en el siglo XIX apoyada por muchas naciones de formar un Estado en Ertz Israel donde siempre se ha mantenido una presencia judía, cuando se decide convertir la nostalgia en realidad, nostalgia que también tendría Jesús de Nazaret con quien yo hoy podría hablar en hebreo. Cuenta Amos Oz evocando lo que decían sus padres que en Europa se leían pintadas de "judíos fuera de Europa", hoy se dice "judíos fuera de Palestina". ¿Hay un no-lugar para los judíos?

Sí, con ser una vez antialgo basta, y la pregunta es qué ocultan las posturas anti. Podemos estar en contra de determinadas políticas, hay que estar a favor de un Estado palestino, por supuesto, pero, y a la vez, necesariamente de Israel, eso es el sionismo. Y, como a pesar de mi angustia, casi un gimnasio como dice W. Allen, soy optimista, deseo que prosperen iniciativas de paz como la de nuestro presidente (espero que al menos ahora sea usted antisionista sólo una vez, así se empieza a dialogar).