Cinco años de diligencias y seis jueces
Más de cinco años de diligencias judiciales y el paso de la investigación por manos de seis jueces explican el voluminoso sumario de este caso, que nació de una denuncia anónima enviada a la dirección de AENA a finales de 2000. La investigación interna fue trasladada a la Fiscalía del Tribunal Superior, pero antes, en enero de 2001, López-Santacruz fue despedido y poco después seis de sus directivos quedaron suspendidos de empleo y sueldo.
La fiscalía ya apreció delitos de estafa y malversación de caudales en un informe elaborado en junio de 2001, el que estimaba que el ex director realizó contrataciones de obras y servicios "con claro ánimo de lucrarse". López-Santacruz recibió su primer varapalo en 2002 por parte un juzgado laboral de Bilbao, que ratificó su despido, y que comprobó hasta 50 irregularidades en su gestión.
Las diligencias fueron revelando lo ocurrido en sus cuatro años al frente del aeropuerto, como que dos empresas del mismo constructor, Enrique Otaduy, recibieron el 98% de las adjudicaciones a dedo entre 1998 y 2000. Las investigaciones descubrieron la creación de una sociedad, Selama Everest, siete meses después de su despido, de la que nunca habló el imputado en sus declaraciones en los juzgados sobre su patrimonio. Un informe de la Ertzaintza concluyó que esta sociedad "estaría ocultando ingresos" ante la Hacienda foral.
La juez ordenó la investigación de la constructora más beneficiada por las adjudicaciones, pero la toma de declaraciones a sus directivos no aclaró el origen de lo que la magistrada llamó "cuantiosos ingresos" de Segismundo López-Santacruz. Este sumario ha supuesto la apertura de otra investigación por alzamiento de bienes tanto al ex director como a su esposa. En ella se les acusa de estafa y malversación de caudales por la venta de su patrimonio para no pagar una fianza de 481.000 euros que le exigió hace casi dos años el Juzgado de Instrucción número 7 de Bilbao.
López-Santacruz vendió su piso en Getxo el 21 de junio de 2004 por 1,3 millones de euros, pero tres días después fue escriturado un chalé en Sevilla a nombre de sus hijos.
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