La presidenta del TSJC pide que el consejero de Justicia tenga peso político y dialogue
La presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Maria Eugènia Alegret. reclamó ayer que el nuevo consejero o consejera de Justicia sea una persona con "peso político importante" y que esté abierto a dialogar con todos los profesionales relacionados con la justicia. Alegret recordó que actualmente están en marcha muchos proyectos, pero falta definirlos. Por eso, aseguró, la persona que sustituya a Josep Maria Vallès ha de tener una visión constructiva para que se adopten decisiones conjuntas tras escuchar a todos los sectores implicados.
En este sentido, Alegret censuró la "falta de diálogo" del equipo de Vallès y confió en que la nueva etapa que se abre sea "más constructiva". Con todo, reconoció que el último mandato ha sido el de mayor esfuerzo presupuestario en Justicia desde que se restableció la Generalitat y que en poco menos de tres años se han programado las mayores inversiones en edificios judiciales.
En concreto, de 2004 a 2010 se ha previsto gastar 520 millones de euros, de los que 255 corresponden a la Ciudad de la Justicia que se está edificando entre L'Hospitalet y Barcelona, y 265 se gastarán en construir, ampliar o mejorar los edificios judiciales de diversas ciudades y poblaciones catalanas. Nueve edificios ya están en construcción, cinco se encuentran en proyecto y las obras se iniciarán en menos de dos meses, y 10 inmuebles más se empezarán a levantar en 2007. Además, Tarragona, Girona y Barcelona contarán con una nueva Audiencia Provincial.
La práctica totalidad de estos edificios se ha planificado en la época del tripartito, a excepción de la Ciudad de la Justicia, que se diseñó con el último Gobierno de CiU y después se reconsideró, no sólo en lo que respecta a la arquitectura, ya que el diseño no tiene nada que ver con el original y se ha aumentado considerablemente el uso del cemento, sino también a la ubicación de los juzgados y tribunales, renunciando a la idea inicial de concentración en la zona.
Más allá de las obras, Alegret reclamó que el nuevo departamento dé prioridad a la gestión de la oficina judicial. Es decir, a la organización administrativa de los juzgados y tribunales para que sean más ágiles y eficaces, superando la actual distribución de compartimentos estanco.
Por eso, explicó, el nuevo Gobierno de la Generalitat debe asumir que la Administración de justicia es "un servicio básico indispensable que no se puede dejar de lado". Alegret fue más allá y mostró su sorpresa porque "en la campaña electoral no se haya hablado de justicia". "No ha salido ninguna propuesta, ningún debate, y eso me preocupa muchísimo", señaló. Lo que sí se dio en plena campaña electoral fue la difusión de un acuerdo adoptado por unanimidad por la sala de gobierno que preside Alegret en el que se censuraba al Departamento de Justicia de la Generalitat y al ministerio por la falta de solución a algunos problemas.
