El Barça se entrena más duro que nunca

Los preparadores físicos del Barça han intensificado el trabajo en noviembre. Así se entienden decisiones como la de Rijkaard cuando prescindió de Ronaldinho, Puyol, Thuram, Zambrotta, Deco, Messi, Márquez y Edmilson para la vuelta del partido copero con el Badalona a cambio de que se ejercitaran ese día en doble sesión.

"Le hemos sacado partido a estas dos semanas", asegura el preparador físico, Paco Seirul.lo, que no recuerda la última vez que pudo encadenar tal volumen de trabajo. El plan tiene como meta que el Barça llegue en un buen momento al Mundialito de clubes, en Yokohama del 10 al 18 de diciembre. "Aspiro a llegar en forma a los partidos decisivos de antes de Navidad", advierte Ronaldinho, consciente de que el futuro a corto plazo se decide en Japón y los dos partidos de la Champions, el miércoles, en Sofía, contra el Levski y el 5 de diciembre, en el Camp Nou, ante el Werder Bremen.

El calendario y las secuelas del Mundial han condicionado la preparación. Se han variado algunos hábitos. Los entrenamientos del viernes, por ejemplo, han cambiado de horario. Rijkaard pretende que los jugadores descansen convenientemente de los esfuerzos del miércoles y el jueves, cuando las sesiones matinales alcanzan las dos horas. "Introducimos una gran carga para aumentar la fuerza y la resistencia", advierte Seirul.lo, que añade: "Lo conveniente sería no entrenarse el viernes y tener 48 horas de descanso, pero, al haber partido el domingo, es imposible". Así, se imponen las 26: el ensayo del jueves se acaba a las doce del mediodía y la actividad se recupera el viernes a las seis de la tarde.

La situación invita a los jugadores a disfrutar de la noche del jueves, pero Rijkaard no tolerará ningún acto de indisciplina. "Están avisados", dice un ayudante. Los futbolistas han aceptado encantados la intensificación del trabajo. "Fueron los primeros en apoyarla", concluye Seirul.lo.

Iniesta, con molestias en la rótula, no pudo seguir ayer el ritmo y seguramente será baja para Mallorca. A cambio, Xavi estará ya a disposición de Rijkaard.