"La victoria empieza por la defensa"

Han pasado 21 años desde que José María Gutiérrez, Guti, llegó a la Ciudad Deportiva del Madrid para quedarse. Los viejos empleados de la sección de fútbol le recuerdan con cariño y aseguran que no ha cambiado. Que en el Rayito de Torrejón, con ocho años, era el mismo jugador que sigue siendo hoy día, un poco "tímido", y, sin dudarlo, "el mejor en cada partido". Ayer salió del vestuario luciendo dos pendientes con forma de colmillo y una sonrisa tranquila. Cumplió 30 años hace dos semanas y descubrió que su percepción se ha transformado. "El tiempo pasa muy lento antes de los 30", medita. "Ahora tengo la sensación de que en nada tendré 40".

Pregunta. Quienes le trajeron al Madrid dicen que en el Rayito era el crack del equipo.

"Me gustaría que se utilizara más la cantera. Hay jugadores que podrían estar con nosotros perfectamente"

"Jugar sólo con cuatro hombres en ataque es difícil. Diarra o Emerson deben subir. Y los laterales, también"

"En 1995 Valdano nos dijo que el primer equipo estaba cerca. Sin esa confianza, yo estaría en otro club"

"En los últimos años el club fichó más nombres que jugadores necesarios. No se atendieron las carencias"

Respuesta. No, no. La verdad es que todos éramos buenos. Teníamos una generación bastante buena. Tres o cuatro terminamos en el Madrid y dos en el Atleti. Uno ganó el doblete.

P. Pero sólo usted sigue en el primer nivel. Y es el futbolista con más temporadas en el club. ¿Qué ha tenido para lograrlo?

R. La constancia. Eso y confiar mucho en mí mismo. Creo que hay que estar muy fuerte de cabeza para poder aguantar muchas etapas difíciles, muchas épocas malas. Cuando tú estás en una profesión que te requiere ocho horas y después de esas ocho horas nadie sabe lo que ha pasado en tu trabajo se lleva mejor. Cuando tienes que vivir día a día con tu oficio, cuando te levantas a las nueve de la mañana y hay periódicos hablando de ti, cuando vas a un sitio a comer y la gente está hablando de ti... Eso se hace más difícil. En el Madrid ya sabemos cómo es. De todo se hace un mundo, ¿no? Así que para aguantar aquí lo que hay que tener es confianza, aparte de condiciones. Las condiciones son obvias.

P. ¿Qué le entusiasma del fútbol después de 21 años?

R. Cuando eres joven piensas que ya lo sabes todo, que has llegado a tu tope. Y cuando llevas tiempo en un club te das cuenta de que tienes mucho que mejorar. Darte cuenta de esto es lo que te hace avanzar. El fútbol es lo máximo en mi vida. Siempre lo fue. Pero llega un momento en el Madrid en que te das cuenta de que el fútbol tiene que ir unido a muchas más cosas. Los jugadores tenemos que madurar muchas cosas en nuestra cabeza para mantenernos aquí.

P. ¿Qué le enseñó Capello?

R. ¿Fabio? Mucho. Es difícil a su edad, con un palmarés como el que tiene, ser tan competitivo como es él. Mi primera etapa entrenando a sus órdenes fue dura porque yo era joven y él a la gente joven la hace valorar lo que significa entrenar y jugar con el primer equipo. Los jóvenes eso no lo ven y él sabe lo duro y lo difícil que es mantenerse. La verdad es que a la gente joven la machaca. Y creo que es bueno. La gente joven ahora no se da cuenta del privilegio que significa entrenar en el Madrid, o en cualquier club de Primera.

P. ¿Capello tiene sentimientos o es un gerente sin escrúpulos?

R. La imagen que da ante la prensa, de típico hombre serio, distante, que le cuesta hablar, no es la real. Con nosotros cambia totalmente. A él le duele hacer algunas cosas, como sancionar a Cassano. Le duele porque no es bueno ni para el club ni para nosotros ni para Cassano. Pero es algo que hay que hacer. ¡Es que es la realidad!

P. Como buen pasador, usted necesita regateadores, o gente rápida, para lanzar el juego. ¿Ha notado la incorporación de Robinho?

R. No la noto yo en particular, sino el equipo. Es una baza ofensiva bastante buena. Aguanta mucho el balón, es muy rápido y le da al equipo esa verticalidad que necesita en los metros finales. Los equipos grandes tienen que tener este tipo de jugadores. De otra manera te resulta muy difícil atacar a los rivales que se te meten atrás. Los hombres como Robinho te dan mucha capacidad de maniobra.

P. A veces es como si el Madrid no tuviera suficientes recursos para mandar en los partidos.

R. Para nosotros es complicado jugar en el Bernabéu porque los equipos se nos meten atrás. Las cosas cambian mucho cuando el resultado es positivo. Si en Pamplona no metemos un gol tan pronto a lo mejor se habría visto otro tipo de partido. Pero con un gol arriba ellos se tienen que arriesgar y tener el balón. En esas condiciones es cuando nosotros demostramos que podemos jugar bien y hacer buenas cosas. El día del Barça nos pasó más o menos lo mismo. Nuestras opciones pasaban por estar muy juntos defensivamente, salir a la contra, e intentar parar bien a la gente como Messi o Ronaldinho.

P. ¿Qué se espera de la Liga?

R. La veo muy loca. Será muy complicada para todos. Para la gente de abajo y la de arriba. Va a ser un año muy competitivo. Hasta última hora no se sabrá quién va a ganarla.

P. ¿Qué piensa cuando el club ficha a jugadores como Marcelo o Higuaín, chicos de 18 años sin experiencia, como los de la cantera?

R. Me gustaría que utilizaran más a gente de la cantera, o nacional. Creo que en la cantera hay buenos jugadores. El caso de De la Red, de Torres, de Valero... Hay jugadores que podrían estar entrenándose con nosotros perfectamente. Lo que pasa es que necesitan confianza. Si yo no hubiera tenido la confianza de Valdano, que en 1995 mandó un mensaje a la cantera diciendo que el paso al primer equipo estaba cerca, yo seguramente ahora estaría jugando en otro equipo.

P. ¿Es necesario que siempre jueguen Diarra y Emerson?

R. No creo ni que sea necesario ni que no lo sea. Lo único que sé es que cuando ellos están en el campo me dejan mucha más libertad porque mi responsabilidad defensivamente es menor. Cuando falta uno yo tengo que defender más. Creo que el míster está alternando: cuando hemos necesitado más gente ofensiva ha hecho cambios. Ésa es su virtud. De todas formas Diarra y Emerson nos vienen bien porque nos dan mucho equilibrio como equipo. Evitan que recibamos tantos goles. Creo que una victoria empieza siempre por una buena defensa. A partir de ahí tenemos jugadores importantes para hacer goles.

P. Hasta el partido de Bucarest, Emerson no se sumó al ataque. Todo el juego pasaba por usted. Ahora, a veces Emerson y Diarra suben y usted se queda.

R. Un equipo no se puede basar en cinco jugadores defensivos y cinco ofensivos. Es muy bueno que ellos den equilibrio, pero cuando el equipo tiene el balón alguno de ellos debe incorporarse siempre. En este momento lo están haciendo. A veces sale Diarra y a veces Emerson. Y cuando los contrarios los siguen yo encuentro espacios para bajar a coger el balón.

P. ¿Fue una medida para evitar que los rivales anulen al Madrid con sólo marcarlo a usted?

R. Fabio lo tenía claro. Desde el primer momento sabíamos que uno de los dos [Diarra o Emerson] tenía que descolgarse para que el equipo tuviera gente suficiente para hacer daño. Jugar ahora mismo sólo con cuatro jugadores en ataque es bastante complicado. No sólo tienen que subir ellos dos. Los dos laterales tienen que abrir más huecos por las bandas. Estamos intentando llegar al buen camino. Si lo conseguimos jugaremos bien.

P. ¿Qué le pide Capello?

R. Soy el hombre por el que pasa el balón para iniciar el juego ofensivo. Esto no quiere decir que tenga que pasar por mí para que el equipo juegue bien o sea ofensivo. Sino que por la posición que ocupo en el campo me da esa responsabilidad. Y me gusta. Es donde me siento más cómodo.

P. ¿Aprendió de alguien?

R. Zidane es el prototipo.

P. ¿Qué requiere más valor, pedir el balón ante 60.000 personas para dar un buen pase, o dar una buena patada?

R. Creo que dar una buena patada, porque a mí me salen pocas, y cada vez que me salen me muestran tarjeta. El balón todo el mundo quiere recibirlo. Uno tiene que saber a lo que se dedica. No puedes tener miedo al balón.

P. ¿Ha visto alguna vez a Capello entusiasmado con un caño?

R. Ese tipo de cosas le gustan poco: los caños, los tacones... Prefiere los buenos pases, los buenos remates, las buenas llegadas y los buenos centros.

P. ¿Qué le pasó al Madrid para estar tan mal tanto tiempo?

R. El club decidió fichar más nombres que jugadores necesarios. No se atendieron las carencias. Y al final se descompensó la plantilla. En épocas anteriores teníamos plantillas bastante más compensadas y eran las que ganaban los títulos. Ahora están empezando a fichar gente que puede hacer equipo. Ésa es la clave.