Calderón de la Barca, precursor de Spielberg en 'El mágico prodigioso'

"El mágico prodigioso, de Calderón de la Barca puede sonar a verso y a sesudo", reconoce Juan Carlos Pérez de la Fuente, director de la obra, pero advierte: "Que nadie se asuste, esto es teatro, no filosofía y tiene todos los ingredientes para sorprender y emocionar".

"Es una obra llena de conflictos, de situaciones, porque el propio autor estaba en un momento de crisis, también la España de la época, y ese conflicto recorre el texto", explica el responsable del montaje y, es más, establece una sorprendente comparación entre nuestro autor clásico y un gigante de la cinematografía norteamericana.

"Creo que fue en un blog donde leí que si Calderón de la Barca viviera en el siglo XXI sería Steven Spielberg, y es verdad, nuestra obra está llena de acción, de fosos, telares, personajes, la puesta en escena no es nada fácil, ¡es casi imposible!", exclama Pérez de la Fuente.

La historia: Cipriano, un sabio pagano, está reflexionando sobre las limitaciones del conocimiento humano cuando se le aparece el demonio, y entablan una discusión intelectual, que no aclara nada a Cipriano. El demonio, decepcionado, trata de tentar a Cipriano con la belleza de Justina, por la que rivalizan dos galanes, Lelio y Floro. Y el sabio queda tan prendado por los encantos de Justina que decide abandonar sus ambiciones intelectuales y dedicarse exclusivamente a la conquista de la dama. Ella se le resiste y el demonio, le hace una propuesta a Cipriano: la posesión de Justina a cambio de su alma. El demonio despliega todas su artimañas pero ella sigue resistiendo y ahí arranca el conflicto presente durante los 105 minutos de El mágico prodigioso.

Ya avisaba el director de que era un montaje apto para todos los públicos y, sobre todo, para los que no están acostumbrados al verso. Y aporta pruebas. "Hemos representado la obra en varias ciudades antes de venir a Madrid y ha conectado muy bien con el público, además el reparto es muy joven y yo mismo nunca había dirigido ningún texto clásico, siempre había trabajado con contemporáneos".

En los papeles protagonistas están los "jóvenes" Jacobo Dicenta (Cipriano), Beatriz Argüelles (Demonio) y Cristina Pons (Justina). El contrapunto de veteranía lo pone Xabier Elorriaga como Gobernador de Antioquía. Y Pérez de la Fuente insiste: "Si a Goethe le encantaba Calderón, e incluso inspiró su Fausto, y su obra se sigue representando por toda Europa, ¿por qué nos va a persuadir a nosotros el verso a la hora de ir al teatro a ver a nuestro clásico?".

El mágico prodigioso. Teatro Albéniz (Paz, 11). Hasta el 26 de noviembre. Entradas de 15 a 22 euros.