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El TSJ obliga a la defensa de Maeso a no retrasar el juicio

El presidente del tribunal pide que se nombre un letrado sustituto

Mañana se acaba el plazo. El tribunal de la sección segunda de la Audiencia de Valencia que juzga a Juan Maeso por el contagio masivo del virus de la hepatitis C dio ayer un plazo de 48 horas para que la situación de baja laboral del letrado del imputado quedara convenientemente aclarada y para que, al tiempo, se comunicara cual de los tres codefensores se hará cargo del juicio. El tribunal no quiere más retrasos.

Los codefensores parecen decididos a renunciar a asistir al anestesista

Hoy se cumplen catorce meses del inicio del juicio. Está en la recta final. Falta que finalice la declaración a los últimos peritos de epidemiología para pasar a la fase final, la de informes. Las mejores previsiones, en condiciones normales, daban como fecha del final de la vista oral que se iniciara el 12 de septiembre de 2005 el próximo mes de febrero. Desde el martes de la semana pasada es una incógnita que el tribunal de la sala pretende despejar cuanto antes y evitar cualquier retraso. El parón, en el que de momento se han perdido tres sesiones, obedece al estado de salud del abogado de la defensa, Francisco Davó. El letrado conoció el pasado martes una resolución judicial que aplazaba hasta la existencia de una sentencia firme el cobro de sus honorarios por parte de la compañía Axa, la aseguradora cumple la mayor parte de los diez años de ejercicio del anestesista que están siendo juzgados, tiempo en el que se le imputa el contagio del virus de la hepatitis C a 276 pacientes en cuatro hospitales valencianos. A pesar de que la Audiencia de Valencia reconoció a Davó en primavera de 2004 el derecho a solicitar una habilitación de fondos de 200.000 euros (cálculo de los honorarios hasta 31 de diciembre de ese mismo años). Sin embargo, esa reclamación debía cursarse por la vía civil. Así se hizo y la respuesta ha sido negativa. Axa no reconoce siquiera el incidente del contagio como sujeto a su póliza. Entiende que si el hecho se produjo, fue con dolo, y el dolo no está en su póliza. Por tanto, considera que ni siquiera la asistencia jurídica está obligada a prestarla y no se hace responsable de nada hasta que no haya sentencia firme, es decir del Supremo. Como mínimo, cuatro años después del fallo del presente juicio.

Ese revés judicial provocó una crisis de ansiedad a consecuencia de la cual el miércoles el abogado presentó en la sala un primer certificado de baja con vigencia de 72 horas. El viernes pasado la sala dictó una providencia en la que instaba a Davó a que se personara ayer lunes en el juicio. No ocurrió así. El letrado volvió a entregar a través de sus asistentes un nuevo certificado que prolonga su baja durante esta semana.

Al inicio de la sesión de ayer, el fiscal del caso, Javier Carceller, solicitó a la sala que fuera un forense quien acreditara el estado de salud de Davó. Además, dijo a la sala que el letrado sí cumplía con otros compromisos y advirtió de que podría estar incurriendo en un delito de obstrucción a la justicia. Los abogados de las acusaciones particulares, los representantes de los afectados, por primera vez en el transcurso del procedimiento, no respaldaron al fiscal sino a su compañero. Los letrados de las acusaciones entienden que no se puede trabajar sin cobrar y que éste es un procedimiento extraordinario que merece consideraciones extraordinarias. De ahí que esté mediando incluso el decano del colegio de abogados de Valencia.

Pero la sala prioriza el interés del procedimiento y de los afectados y ayer dictó dos providencias a las que se debe dar cumplimiento mañana mismo. Davó emitió ayer un comunicado en el que dijo que su enfermedad está convenientemente acreditada y que en su ánimo está la colaboración con el tribunal.

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Fuentes próximas a los tres letrados que fueron nombrados como codefensores explicaron ayer que los interesados no se sienten capaces de coger en este momento el caso y de asumir el trámite de un interrogatorio de los epidemiólogos, ni la lectura del informe final. Por tanto, parece difícil que mañana miércoles haya un sustituto defendiendo a Maeso.

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