El Arsenal vapulea a un Liverpool sin rumbo

El Liverpool recibió una goleada ante el Arsenal y se quedó a 14 puntos del Manchester United, que encabeza la clasificación. Esto equivale a salirse de la lucha por el título. Un descarrilamiento en toda regla que reproduce la trama de la temporada pasada. Por segundo año consecutivo, el equipo de Rafa Benítez apunta las Navidades incapaz de colmar sus aspiraciones.

Impulsado por Cesc, el Arsenal desplegó su mejor repertorio de desmarques y paredes para imponerse en todas las facetas del juego. Su éxito devuelve al Liverpool a una crisis de la que no consigue deshacerse más que cuando compite en la Champions.

En Inglaterra, el Arsenal tiene más juego que nadie. Sin embargo, hasta ayer perdió puntos por falta de gol. La presencia de Henry en la zona caliente es más rara que otros años y el equipo ha tenido que buscar alternativas nuevas para definir los partidos. Las ha encontrado sin traicionar el estilo, con la participación de todas las líneas. El segundo gol, el que rindió al Liverpool, fue un prodigio de interpretación del juego de equipo.

Los entrenadores modernos suelen hablar del juego de equipo para significar el trabajo defensivo. Wenger trabaja los ataques. Cuando los once futbolistas del Arsenal se repliegan a su campo, como hicieron ayer, no lo hacen para robar balones, sino para agruparse y salir tocando todos juntos. En una de esas salidas en masa, en el segundo tiempo, se descolgó Touré. Que este jugador habite en el centro de la defensa no le impide la osadía. El maliense subió por el medio, combinando con naturalidad. Ningún jugador del Livepool temió por las consecuencias. Pero el desarreglo táctico que provocó la intervención de Touré fue tremendo. Se presentó solo en el área de Reina y resolvió con un toque ajustado.

El Liverpool se quedó perplejo. No había podido encontrar espacios para llegar al gol en el primer tiempo y las réplicas le venían de todas partes. Cesc tuvo la culpa. El medio español participó en todas las acciones decisivas. Empezó las jugadas y las terminó con dos pases que tumbaron al Liverpool: dio el centro atrás en el primer gol de Flamini y provocó el córner que cerró el choque con un cabezazo de Gallas. Al final, una intervención de Reina en un mano a mano con Adebayor impidió el 4-0.