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Entrevista:Estrategias - R. A. de Ciencias Económicas | ALFREDO ROCAFORT

"España se dedicó al dividendo y olvidó la I+D"

El secretario de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, Alfredo Rocafort (Barcelona, 1949), acaba de ingresar en la Real Academia de Doctores con una tesis sobre las deslocalizaciones. Estudioso de las las empresas japonesas, este profesor de economía financiera y contabilidad defiende unas mínimas reglas de juego tuteladas por los organismos internacionales.

Pregunta. Habla de las deslocalizaciones como algo inevitable, pero critica las especulativas. ¿A qué se refiere?

Respuesta. Cuando lo único que pretende la empresa es maximizar los beneficios, lo que, a su vez, es algo perfectamente lícito, pero se aprovecha del dumping ecológico o social y se marcha a países donde los controles en este sentido son muy laxos. O por ejemplo, cuando especulan con el suelo para genera una plusvalía. Todo eso es especulativo y a largo plazo no conduce a nada. Contra los costes de China, por ejemplo, donde los sueldos son 30 o 40 veces más bajos que en España, hay que competir con calidad e innovación. Un ejemplo de lo que digo es la fábrica que acaba de levantar BMW en Alemania, la más moderna del mundo, con una inversión de 1.300 millones de euros y 5.000 empleos.

"¿Similitudes entre Japón y China? Japón se dedicó primero a inundar los mercados de productos y luego apostó por la calidad"

P. ¿Hay deslocalizaciones que no sean especulativas?

R. Todo movimiento conlleva un análisis de la rentabilidad. Si una empresa se desplaza también puede ser para estar más cerca de los clientes o los proveedores, no siempre hay especulación. De todos modos, siempre prima el tema económico: uno se mueve para ser más rentable. Hay que ver lo bueno de las deslocalizaciones.

P. ¿Como por ejemplo?

R. Es una oportunidad para reestructurar las empresas en el marco de una mayor apuesta por la innovación y la tecnología en Europa, como el caso de BMW.

P. ¿Por qué la especulativa no conduce a nada a largo plazo?

R. El país receptor se encontrará con que cuando no sea tan competitivo porque habrá países en peores condiciones, más atractivos, la empresa volverá a marcharse. Y porque las empresas que hagan el mercado las castiga.

P. ¿Qué papel juegan en el fenómeno los países en vías de desarrollo? ¿Es una oportunidad para ellos?

R. En la misma China se están ya deslocalizando las empresas dentro del territorio. Nos está afectando como lo hizo la revolución industrial en el siglo XIX. La historia no se repite, pero hay aspectos que deberíamos tener en cuenta para que no suceda lo mismo.

P. ¿Cuáles?

R. Pensar que el coste de la mano de obra es lo único que debe sacrificarse. En la revolución industrial se castigaba la mano de obra y hoy tambien se piensa que hay que deslocalizar por cuestiones salariales. Quizás se podrían evitar algunas deslocalizaciones si se pensara en cómo reestructurar la cadena de valor de la propia empresa.

P. Sostiene que la deslocalización viene a ser la pérdida de sustancia industrial resultado de políticas inadecuadas. ¿Cuáles han sido en España?

R. No haber invertido lo suficiente a nivel empresarial en I+D. Sólo en los últimos tiempos las empresas están empezando a pensar en aspectos, además de la I+D, como formación de su personal.

P. Teniendo en cuenta este retraso y que el esfuerzo inversor de países que compiten con España (Europa del Este, por ejemplo) es superior, estamos perdiendo la batalla?

R. Si España no progresa, retrocedemos, porque el resto está avanzando. Parte de los beneficios deben ir ahí. Las empresas sólo han pensado en el corto plazo, en la distribución de dividendos, y ahora lo están pagando.

P. ¿Ve similitudes entre la China de hoy y el Japón de los 80 y 90?

R. Japón hizo un cambio brutal en un aspecto: primero produjo al máximo para inundar el mercado. Eran unos productos de bajísima calidad, por lo que llevaron a cabo una revolución interna por la calidad. Todo el país en bloque apostó por la calidad. Se inicia un proceso de mejora continua donde el objetivo es mejorar cada día y consiguen lo que consiguen. Desgraciadamente, en China no se apuesta por la calidad.

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