_
_
_
_
Desde el Pacífico
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Microsoft se abre a las soluciones no propietarias

DESPUÉS DE VARIOS AÑOS de férrea lucha, Microsoft adopta una posición más conciliadora frente al movimiento open source. La campeona de las soluciones propietarias acaba de firmar tres acuerdos con Novell, una de las empresas promotoras de las soluciones abiertas. El reconocimiento (explícito) es una fabulosa victoria para el movimiento open source, pero las tensiones no están a punto de desaparecer.

"Interoperabilidad técnica y paz de los espíritus en cuanto a patentes", tal es la idea general resumida por Steve Ballmer, director general de Microsoft, y Ron Hosvepian, jefe de Novell. La empresa creada por Bill Gates apoyará SuSe, la versión de Linux desarrollada por Novell. Ambas empresas trabajarán para que cualquier compañía pueda usar ambas soluciones sin dificultad. Microsoft se compromete además a no emprender ninguna acción legal en contra de quienes usen SuSe.

"Cuando una innovación funciona bien, los competidores la adoptan y esto mueve el juego. Es lo que la comunidad open source debería desear"
El cambio de Microsoft es significativo. En 2001, Steve Ballmer había calificado a Linux de 'cáncer' que afecta a la propiedad intelectual de todo lo que toca.

En lo técnico, ambas empresas colaborarán en la virtualización, la gestión de los servicios web y la propiedad intelectual así como para la venta y el mercadeo de las tecnologías sobre las que cooperan. De manera más general, los acuerdos recién firmados, pueden ser vistos como la ilustración de un concepto muy de Silicon Valley, el de la coopetición: cooperación y competición.

El giro es significativo. En 2001, Ballmer había calificado a Linux de "cáncer" que afecta a la propiedad intelectual de todo lo que toca. El 2 de noviembre, sin embargo, declaró: "Me doy perfectamente cuenta de que Linux juega y que seguirá jugando un papel importante en la infraestructura de nuestros clientes". El camino ya había sido aplanado a partir de una declaración de Gates de Febrero del 2005, que llevó Microsoft a abrir un laboratorio Linux y a trabajar sobre las cuestiones de interoperabilidad con los sistemas abiertos.

"Todo esto se reduce al reconocimiento del entorno mixto" que existe en las empresas, admitió Ballmer. Son cada vez más numerosas las que usan tanto Windows como Linux y que quieren poder hacerlo sin miedo.

Los nuevos acuerdos "confirman la superioridad de Linux", aseguró José-Luis Alberro, economista de la empresa de servicios de expertos LECG. Vaticina, además, que "se volverá probablemente la plataforma dominante, por lo menos en el segmento del midleware" (la aplicación que sirve para comunicar el software del cliente con el servidor).

El hecho de que Microsoft se abra no quiere decir que adopte Linux. "Microsoft ha tenido muchas asociaciones en el pasado y siempre ha terminado como la sobreviviente", recuerda Radcliffe del bufete de abogados DLA Piper. Basta recordar al acuerdo inicial con IBM. "La clave está en cómo va a utilizar [esta nueva forma de competencia con Linux]. Como de costumbre, el diablo está en los detalles".

Del lado de los partidarios de open source, la reacción ha sido una mezcla de alegría y escepticismo. Así es en el caso del profesor brasileño Sergio Amadeu, ex asesor de Lula: "Primero M$ (sics) está siendo obligada a reconocer que el movimiento de software llegó para quedarse. Segundo, el acuerdo visa principalmente a contener en la red la expansión gigantesca de las soluciones GPL

[la licencia de software libre más común]".

El hecho de que Microsoft se alíe con una de las versiones comerciales de Linux (la de Novell) es una mala noticia para RedHat, otra empresa cuyo modelo descansa sobre la venta de servicios al sistema Linux. El golpe es tanto más fuerte por cuanto unos días antes, Oracle había anunciado su decisión de vender los mismos servicios a precios descontados.

"Las empresas (RedHat, por ejemplo) vienen y se van, está en la naturaleza de los mercados competitivos", aseguró Steve Weber, profesor de la Universidad de California-Berkeley y autor del libro El éxito del Open Source.

Lo importante es otra cosa. "Cuando una innovación funciona bien, los competidores la adoptan y esto mueve el juego hacia delante. Es precisamente lo que, a mi modo de ver la comunidad open source debería desear".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_