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El proceso por el mayor atentado en Europa

Diferencia de sistemas

La Unidad de Desactivación de Explosivos de la Comisaría General de Información realizó el 10 de abril de este año un informe en el que analiza y compara los artefactos explosivos fabricados por ETA en los que ha usado teléfonos móviles para su activación y los utilizados en los atentados del 11-M. Así, el 11 de noviembre de 2000, la organización terrorista realizó el lanzamiento de granadas Mecar contra el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo; el 9 de enero de 2001 trató de estallar un artefacto en el cementerio de Zarautz, y el 31 de enero del mismo año detonó una bomba en una garita del puerto de Pasaia (Guipúzcoa). Pues bien, el dictamen concluye que en las tres ocasiones ETA utilizó un teléfono móvil como sistema de activación a distancia, pero siempre por medio de una llamada al aparato receptor.

Sin embargo, en la bolsa bomba encontrada entre los efectos recuperados de la estación de El Pozo y que fue desactivada en el parque Azorín, de Vallecas, durante la madrugada del 12 de marzo de 2004, se utilizó la alarma del teléfono como sistema de activación, es decir, como temporizador, sistema muy diferente del utilizado por ETA.

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