Pío Moa en Canal Sur
El jueves pasado, mientras la programación de Canal Sur TV discurría por sus cauces habituales (Arrayán y una imprescindible película de Steven Seagal), en Canal 2 Andalucía se pasaba un capítulo de la serie documental La Guerra Civil en Andalucía. No sé si es el primero de la serie, pero sí es el primero que yo veo.
A medida que el documental avanzaba, la opinión que podía ir formando acerca de lo que iba viendo era de un desinterés sin matices. Se utiliza material documental, desde luego, pero se intentan coser los distintos fragmentos con unos insertos de ficción muy sobreactuados y nada convincentes -paradójicamente- como ficción: unos padres campesinos reciben cartas de sus dos hijos, uno en cada bando, los dos igualmente fanáticos, todos desesperados, etc. Me pareció especialmente fuera de lugar en una producción de esta naturaleza la manipulación de imágenes actuales para hacerlas parecer de otro tiempo: la carretera por la que la "columna minera" de Huelva marchó hacia Sevilla, por mucho color sepia que le pusieran y mucho efecto de rayado que le echaran, no dejaba de tener sus farolas de autovía y sus inmensos carteles que indican las distintas direcciones. La mayoría de los testimonios de supervivientes eran banales (y quizás por saberlo no se abusó de ellos), con la excepción del nieto del general Campins. Y los parlamentos de los historiadores que hablaban a cámara en los escenarios de algún suceso no pasaban de ser relatos episódicos de circunstancias muy pormenorizadas pero insuficientes para remontarse a un nivel, por leve que fuese, de interpretación o de análisis. Digamos que mi impresión era la de una oportunidad perdida. Otra más.
Hasta que en un momento determinado aparece Pío Moa y dice que el concurso de Sanjurjo fue determinante en el advenimiento de la República, dado que los resultados electorales habían sido falseados. A los pocos minutos, Pío Moa vuelve a aparecer, y esta vez resume en una intervención fulminante -sin mirar a cámara, es curioso- su invención de que la Guerra Civil empezó con la revolución de Asturias de 1934. En mi estupefacción, espero que los autores del documental que estoy viendo tengan al menos la poca vergüenza de dar una versión distinta de los hechos; pero espero en vano. Y eso, nada menos que todo eso, es lo que hay.
Hubiera sido una falacia inaceptable presentar la opinión de Pío Moa como una versión digna de confrontarse con la de la historiografía de nuestra Guerra Civil. ¿Cómo debemos calificar el hecho de que el jueves pasado, en ese capítulo, sólo se oyera la voz de Pío Moa? Desconozco todo acerca de los autores y productores de la serie y me limito a expresar lo que pienso de su trabajo y del de los que lo han programado. Porque esto último es lo grave.
Si lo que yo ví el sábado salió a antena sin que ningún responsable de Canal Sur le echara un vistazo, los responsables de Canal Sur deben dimitir, ser cesados o morirse. Si lo vio alguien y lo autorizó, a ese alguien hay que pedirle una responsabilidad infinitamente mayor: la de haber puesto el dinero de los andaluces al servicio de una falsificación reaccionaria de la historia de España.
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