El Celta se atasca ante el Eintracht

El Celta lo puso todo, lo bueno y lo malo, y sólo le sirvió para empatar en Balaídos ante el Eintracht de Francfort, un equipo que jugó para perder y se llevó un punto que le salva de hundirse en la fase de grupos de la Copa de la Uefa. Una vez más, como viene siendo habitual en el conjunto vigués, un despiste de la defensa -el único despiste atrás- valió a los alemanes para meter un gol en una de las pocas ocasiones que pisaron la mitad del campo céltica.

El equipo alemán cedió terreno desde el primer minuto, y el Celta asumió su papel de presionar. De hecho, la primera parte se jugó en el campo de los alemanes. El Celta castigó la banda derecha. Canobbio probó con Guayre, muy peligroso en todo el encuentro, y en el minuto 9 lo intentó con Perera, que esta vez salió de titular y remató de cabeza un gol limpio. La defensa alemana, totalmente descolocada, ni se enteró del tanto hasta que lo vio entre las redes. Parecía que los goles célticos iban a sucederse durante el resto del encuentro, pero al final se atascaron.

Aunque el Celta lo ponía todo y el conjunto alemán nada, en la primera ocasión que tuvieron los germanos, quedó un balón muerto, despistado, a los pies de Vasoski, que disparó flojo ante, Esteban que pudo haber hecho más para evitar el tanto. El Celta no se resintió y la banda derecha fue un suplicio constante para el equipo entrenado por Funkel, que hizo un cambio defensivo para frenar a Guayre. Entre las múltiples ocasiones de gol de la primera parte -todas del Celta- el árbitro pitó un fuera de juego a Nené que no existió.

En el segundo tiempo, los de Fernando Vázquez salieron con más intención que buen juego, y ya en los primeros minutos los despistes célticos propiciaron dos contragolpes peligrosos de los de Francfort. El equipo vigués no despertó hasta pasados los primeros veinte minutos del segundo tiempo, también por la banda derecha, con Guayre y Perera acosando la meta de Nikolov con varios disparos consecutivos. La expulsión de Meier animó el avance de los célticos, con Canobbio entregando armas a los delanteros celestes. El conjunto de Francfort se negó a seguir jugando al fútbol, no quiso salir de su campo y se limitó a esperar al Celta.

Ni un disparo de falta ajustado de Nené ni una docena más de ataques pusieron con la insulsa defensa de los alemanes. Perera y Baiano juntos en la punta durante la última media hora lo intentaron pero el equipo se resintió de estas posiciones y los delanteros dejaron de recibir, al tiempo que se resentía el medio campo. Hay que recordar que Oubiña, el pivote que mayor vigor da al equipo gallego, no estuvo convocado por culpa de una lesión. En los últimos minutos, el Celta perdió el orden y los papeles y fue incapaz de vencer a un equipo rendido y con sólo diez jugadores.

Antes del partido, un policía nacional recibió 15 puntos de sutura tras recibir el impacto de un objeto lanzado por uno de los 2.000 hincha germanos.