El 'cuarto candidato'
El PSOE ha sufrido una auténtica pesadilla tras el rechazo de tres pesos pesados al puesto en Madrid
Madrid se ha convertido en la plaza electoral más codiciada por el PSOE, que perdió la alcaldía por una moción de censura de PP y CDS en un lejano 1989. Los candidatos del PP, primero José María Álvarez del Manzano y, después, Alberto Ruiz Gallardón, han cosechado elección tras elección mayorías absolutas apabullantes. Eso sí, en las últimas elecciones Trinidad Jiménez obtuvo un 37% de votos.
Además, el rechazo de tres pesos pesados sumió al PSOE en una auténtica pesadilla por lo que, ahora, la aceptación de Miguel Sebastián, aunque sea un desconocido para los ciudadanos, ha sido un motivo de gran alegría para importantes sectores del partido que habían empezado a creer en el maleficio de que nadie quería batirse con Ruiz-Gallardón. Antes de Miguel Sebastián ha habido tres candidatos fallidos aunque sólo se reconoce públicamente, porque fue notorio, a José Bono. Es más, el presidente del Gobierno, proclamó ayer que "durante meses" ha pensado en Miguel Sebastián.
Sólo se reconoce la oferta a José Bono, pero también la hubo a Solana y a De la Vega
Pero su candidato ideal en la primavera pasada y principios de verano fue Javier Solana, Alto Representante para la Política Exterior de la UE. La propuesta se hizo y se rechazó, aunque oficialmente nunca se reconocerá que hubo lo uno y lo otro. No era una propuesta extravagante ya que el propio Solana consideró con atención los requerimientos del Partido Socialista de Madrid para que fuera candidato madrileño cuatro años atrás. Y no se avanzó más porque Zapatero hizo saber que su candidata era Trinidad Jiménez. Pero pasados los años, y en medio del conflicto del Líbano, Solana no ha querido considerar la propuesta.
Tampoco José Bono ha estado por la labor de ser el contrincante del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. Bono sí ha recibido una presión fuerte y sostenida por parte de Zapatero, aprovechando la buena relación que tienen. Bono desde el pasado agosto le venía repitiendo que no podía aceptar, pero el presidente lejos de darse por vencido insistía y pedía a amigos comunes que trataran de convencerlo. Unas declaraciones ambiguas de Bono hicieron creer que aceptaba. Su definitivo no, al día siguiente, sumió a los socialistas madrileños en el más absoluto desánimo.
Y en paralelo, la cúpula del PSOE en Madrid fijó su mirada en María Teresa Fernández de la Vega. El presidente y la vicepresidenta hablaron del asunto, sin llegar a concretar nada. Las fuentes consultadas indican que Fernández de la Vega no lo consideró una buena idea, aunque el presidente siempre supo que si se lo pedía aceptaría. Sin embargo, no lo llegó a hacer formalmente. Y cuando sectores feministas del PSOE comenzaron a movilizarse para que De la Vega no fuera candidata, porque la consideraban más útil en la vicepresidencia, lo que trascendió hace tres días, desde mediados de la semana pasada ella ya estaba en el secreto de que había un candidato seguro.
En todo momento Zapatero ha tratado de situar a Rafael Simancas, secretario general de Madrid, en el centro de la decisión, pero lo cierto es que los procedimientos de partido no se han cumplido ya que la propuesta ha partido de Zapatero. Eso sí, el procedimiento de primarias ha estado abierto y no ha habido movimientos a favor de algún candidato que se impulsara desde el interior de la organización regional. Ayer se cumplió parte del procedimiento al reunirse la ejecutiva de Madrid para aprobar la propuesta de Simancas. El broche reglamentario lo pondrá el comité federal del PSOE el próximo 18 de noviembre. Pero Miguel Sebastián -aunque no es militante del PSOE- ha demostrado que conoce la liturgia de partido: "Agradezco al secretario general del PSM la confianza que deposita en mí. Es un inmenso honor".
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