Enganchados a la Blackberry
El dispositivo para consultar 'e-mail' logra 6,2 millones de usuarios en grandes empresas. Ahora quiere conquistar el hogar
"Es el dispositivo con el que todos los ejecutivos quieren ser vistos, y sin el que no pueden vivir". Así define The Economist a la Blackberry, que ya usan 6,2 millones de personas para recibir y enviar e-mail. La compañía que lo fabrica es la canadiense RIM, que factura 1.600 millones de euros y emplea a 4.700 personas. Detrás de RIM y su Blackberry está Mike Lazaridis, que, según Time, es una de las cien personas más influyentes del mundo. De su imaginación sale ahora el más ambicioso producto de la compañía, la Blackberry Pearl, que pretende sacar al dispositivo de las salas de reuniones e introducirlo en los hogares. Es también su movimiento más arriesgado: tendrá que enfrentarse a Nokia o Microsoft.
Lazaridis es una de las 100 personas más influyentes del mundo, según 'Time'. La adicción a su invento es ya una patología en EE UU
La Pearl es el primer producto con nombre propio, y que introduce cámara y MP3. RIM quiere hacerse un hueco en el consumo
IDC advierte de que RIM va a tener "enormes dificultades" para mantener su liderazgo en el mercado de datos empresariales
"Es curioso cómo la vida te prepara para que, cuando llegue tu oportunidad, puedas aprovecharla". Mike Lazaridis está reflexionando sobre el momento en que llegó a la conclusión de que sería una buena idea inventar un dispositivo móvil para gestionar el correo electrónico. Explica que su obsesión por la movilidad está determinada por las decisiones que tomó en su infancia, como la de leerse a los 12 años todos los libros de ciencia que había en su instituto, o pasarse un verano conectando los ordenadores de la escuela. Lazaridis tiene una "insaciable curiosidad tecnológica", según explica Charlie Wolf, analista de la firma bursátil Needham.
Este emprendedor canadiense de origen griego se ha inventado un dispositivo que ya usan 6,2 millones de personas en todo el mundo, y que gestiona el 59% del tráfico móvil de correos electrónicos corporativos, según la consultora Strategy Analitics. Está en las manos de políticos, empresarios y famosos. Es imposible ver una fotografía de Paris Hilton en la que no aparezca con la oreja pegada a su Blackberry, y cuando la cantante Mariah Carey recogió recientemente un premio, subió al escenario con su hermoso vestido de noche y su dispositivo móvil en la mano, porque tenía escrita su lista de agradecimientos en él.
Lazaridis está sentado en una sala de reuniones en la sede de su compañía, RIM (Research in Motion), que ha invitado a un grupo de periodistas europeos a conocer la compañía y a su fundador. RIM ha crecido rodeada de arces y abetos, en Waterloo, a unas dos horas de Toronto (Canadá). Hay 15 edificios en los que trabajan unas 4.000 personas, y una fábrica que produce cinco millones de dispositivos al año. Hace menos de ocho años, sin embargo, RIM era sólo una pyme y no había lanzado su popular Blackberry. Pero la idea ya rondaba la cabeza de Lazaridis. El empresario fundó RIM en 1984 y siempre trabajó en el campo de las comunicaciones móviles (las siglas de RIM significan investigación en movimiento). "En 1997", recuerda, "fui a una conferencia en Tokio sobre cómo transmitir datos vía móvil en máquinas expendedoras. Y, entonces, todas las ideas, todos los pensamientos que tenía, todo lo que había aprendido... Todo tenía sentido. Había estado toda mi vida preparándome para ello", explica. Lazaridis volvió a Canadá y se reunió con el presidente de Rogers, una potente operadora local, para lanzar un sistema de datos móviles. Y comenzó a trabajar en la idea de la Blackberry, un dispositivo que sirviera para movilizar el correo electrónico.
"Al principio, tuvimos que hacerlo todo nosotros solos", explica Mark Guibert, vicepresidente de marketing corporativo de la compañía y uno de sus primeros empleados. "Hubo que crear el software, los protocolos de conexión, la encriptación... Pero sabíamos que el correo electrónico iba a convertirse en la manera predominante de comunicarse en el mundo de los negocios, incluso por encima del teléfono, así que seguimos trabajando en ello".
Los operadores, sin embargo, recibieron con mucho escepticismo la idea de vender un dispositivo que sólo servía para gestionar el correo electrónico, costaba 500 dólares, y era grande y pesado. "Lo intentamos todo: explicar la idea, hacer publicidad, comercializarla... Pero cuando hicimos pruebas de test y la probaron, querían llevársela a casa", explica Lazaridis.
RIM se enorgullece de haber inventado un dispositivo tan simple que no hay que leer el libro de instrucciones para manejarlo. Al éxito de la Blackberry contribuyó también, según explican, su utilidad: "Podías consultar tu correo en tiempos muertos", resume Guibert.
La Blackberry original, la 850, está en el puesto 14 de los dispositivos más influyentes de los últimos 50 años, según la revista PC Magazine. Salió al mercado en 1999, y la compañía prefirió no realizar un lanzamiento masivo y global, sino enfocarse en un nicho, los ejecutivos de compañías financieras y grandes firmas de abogados. "Al estrechar su mercado objetivo, RIM [que entonces era aún una pequeña empresa canadiense] pudo asegurarse un puñado de importantes clientes a los que poder asegurar un servicio correcto", dice Wolf, de Needham.
Las blackberries comenzaron a meterse en los bolsillos de los ejecutivos de Nueva York, y de los políticos y abogados de Washington. Se convirtió en símbolo de estatus, hasta el punto de que los usuarios firmaban sus correos con el mensaje "enviado desde mi Blackberry".
Abogados y políticos
Lazaridis continúa reflexionando: "Supimos que el producto iba a ser un éxito cuando vimos que nuestros empleados se lo llevaban a casa. Era grande y pesado, pero aún así se lo llevaban porque les permitía consultar su correo fuera del trabajo. La gente se llevaba ese bicho enorme sólo para mejorar su vida personal". La empresa calcula que su usuario medio puede ganar 47 minutos al día consultando su correo en atascos y esperas.
Pero, además, muchos no pueden dejarla a un lado. La adicción a la Blackberry es conocida jocosamente como crackberry, y en EE UU está clasificada como patología. Incluso la revista The Economist llegó a aconsejar a sus lectores: "Deje esa Blackberry ya". "Los dispositivos se han vuelto tan populares que han conseguido que la economía mundial esté conectada", decía la revista, pero advertía: "Es adictiva y antisocial".
Lazaridis sonríe. "¿Cuántas veces usa el teléfono al día? ¿Cinco, seis? ¿Y cuantos e-mail recibe? ¿100, 200? Eso significa que se mira el bolsillo 200 veces al día, pero ¿cuál es la alternativa? La única es estar sentado frente al PC en la oficina". Hay familias que se quejan de que el padre o la madre presta más atención a su pequeño dispositivo que a ellos. Lazaridis vuelve a sonreír. "Tengo la solución perfecta: un plan familiar".
A pesar de su éxito inicial, a Blackberry le ha costado crecer. A su elevado precio y su peso hay que añadir que, hasta 2002, no tenía teléfono. Y no desembarcó en Europa hasta 2001, cuando el mercado móvil ya estaba muy desarrollado. La compañía no desglosa sus ventas, pero según las estimaciones de Needham, RIM realiza el 84% de su facturación en Norteamérica. Y tres de cada cuatro terminales están allí.
La Blackberry tardó cinco años (hasta 2004) en tener un millón de clientes, pero un año después alcanzó los 5,5 millones. Según explica Guibert: "Es algo así como el problema de la gallina y el huevo: costó mucho que la Blackberry creciera porque no se comprende su potencial hasta que se usa, y si no se usa, no se compra. Pero el crecimiento es exponencial". La compañía tiene ahora una red de 170 operadores en 60 países. El año pasado, RIM facturó 2.000 millones de dólares (unos 1.600 millones de euros), un 53% más que en 2005.
La visibilidad de la Blackberry ayudó a RIM a salir a Bolsa. Es ya la compañía canadiense de tecnología que más vale en el mercado, con una capitalización de 23.187 millones de dólares canadienses (unos 33.000 millones de euros). Como el resto de los valores tecnológicos, el de RIM subió como la espuma antes de 2000 para caer después por debajo, incluso, de los 20 dólares. Este año, el valor ha subido un 67%, hasta los 125 dólares, pero en RIM hay una pequeña norma interna que intenta asegurarse de que los empleados no se obsesionan con el mercado. Se llama la regla del donut. Si un trabajador es pillado consultando la cotización de RIM en horas de trabajo, tendrá que invitar al resto de la compañía a donuts. "En el pico de la burbuja, el valor estaba donde estaba, pero intentamos no volvernos locos porque queríamos construir una compañía. Ahora seguimos queriendo lo mismo", explica Lazaridis. El fundador de RIM tiene el 6,4% de la compañía, unos 12 millones de acciones. Su copresidente, Jim Basillie, tiene el 6,2% (11,5 millones).
Diversificación
RIM vive por y para la Blackberry, y se ha beneficiado de su fama y ventas. Pero una compañía que realiza sus ingresos vendiendo un solo dispositivo es, a largo plazo, una compañía débil. Hace tres años, así, RIM decidió empezar a vender la solución blackberry, licenciando su tecnología de envío y recepción instantánea de datos a sus competidores. Ya la utilizan fabricantes como Nokia, Sony y Palm, y RIM realiza ya el 30% de sus ventas con este negocio. Pero ¿por qué los competidores de RIM pagan por su tecnología? Según Susan Payne, vicepresidente de este programa (llamado Blackberry Connect), "ésa es una pregunta para ellos, pero me imagino que su idea es crecer en el mercado empresarial".
Y la idea de RIM es crecer en el mercado de consumo. La Blackberry es un dispositivo pensado por y para la empresa, pero el negocio empieza a estrecharse. La consultora IDC ha advertido ya de que RIM va a tener "enormes dificultades" para mantener su liderazgo en su mercado, ante el empuje de Nokia y Microsoft.
Así que RIM ha decidido competir en el mercado que denomina prosumer, es decir, el consumidor profesional, que busca las prestaciones de conectividad de la Blackberry clásica, pero también quiere hacer fotos, escuchar música o utilizar mensajería instantánea. Y todo ello en un dispositivo ligero y de diseño estiloso, muy distinto al mazacote que tanto éxito tiene en Estados Unidos pero que, hasta ahora, y según reconocen algunos ejecutivos de la compañía, ha disgustado a los clientes europeos.
Su arma se llama Blackberry Pearl, y es un hito para la compañía. Es la primera vez que RIM saca al mercado un producto con nombre. Es la primera vez que introduce cámara de fotos y reproductor de música, y que prescinde de la rueda en el lateral del dispositivo para introducir una pequeña bola (la perla). Es la primera vez que RIM hace publicidad de un producto al margen de los operadores. También la primera vez que sale de su cómodo nicho de financieros y abogados -donde es líder, con un 23% del mercado, según IDC- para enfrentarse a gigantes como Nokia, Motorola y Sony Ericsson en el mercado con mayúsculas de este negocio, el de telefonía móvil. Cada año se venden 1.000 millones de móviles en el mundo. Y aunque RIM se enorgullece de sus 6,2 millones de usuarios, sólo el líder de este mercado, Nokia, vende unos 140 millones de terminales al año.
Lazaridis no puede dejar de hablar de la Pearl. Explica que su tamaño es perfecto; su ligereza, absoluta; sus prestaciones, muy completas. "Ha sido arriesgado, es cierto", reconoce. "Hasta ahora, tú podías reconocer una Blackberry sólo con verla. Pero entonces pensé: 'Espera un segundo. La Blackberry puede tener otro aspecto'. Lo que ha pasado es que no sólo hemos hecho la Blackberry más pequeña, fina y estilosa, sino el móvil más pequeño, fino y estiloso".
El dispositivo fue lanzado hace menos de dos meses en Estados Unidos y acaba de anunciarse en diversos países europeos, entre ellos España. RIM no explica cómo están funcionando las ventas de Pearl, aunque la mayoría de los analistas han acogido el cambio de mercado con alborozo, y lo mismo han hecho los inversores, premiando el valor con una subida del 27,7% desde septiembre.
Pero gran parte del sector es cauto. A Walter Mossberg, el crítico tecnológico de The Wall Street Journal y el más influyente del mundo, no le convenció el interfaz del dispositivo. Y hay quien desconfía del modelo de negocio: "En el pasado, RIM ha tenido éxito gracias a los usuarios corporativos más preocupados por la fiabilidad que por el estilo", dice Richard Williams, analista de ICAP. "Pero ahora, el valor se está adentrando por terrenos desconocidos". "La habilidad de la compañía para llegar al cliente masivo no está comprobada, y podría traducirse en un aumento de los gastos", advierte Deutsche Bank.
Lazaridis, de carácter aparentemente calmado y tranquilo, se muestra impaciente ante la percepción que buena parte del mercado, los usuarios y hasta los empleados de RIM tienen de la compañía. "Durante mucho tiempo, la gente nos ha visto como una organización de emprendedores. Y yo me quejo. Ésta debe de ser la start-up [empresa recién creada] más vieja del mundo. Tenemos 20 años de éxitos, llevamos haciendo esto mucho tiempo, estamos en Bolsa, tenemos accionistas...". Y remata: "Tenemos mucha experiencia".
Para Lazaridis, Pearl es tan sólo el principio, una evolución. Según datos de Vodafone, las empresas intercambian más de 30.000 correos electrónicos al día y, para 2008, el 80% de los trabajadores usarán e-mail en movilidad, asegura Gartner. Por eso, Lazaridis no cree que haya límites: "Sólo hay 6,2 millones de personas que tienen Blackberry, así que queda un montón de gente que aún no disfruta de ella. ¿El futuro? Seguir construyendo buenos productos. Debe de ser muy duro", concluye, sonriendo, "construir productos que la gente no usa".
Tres años en España
RIM desembarcó en España en 2003. Trabaja con los tres operadores, Telefónica Móviles, Vodafone y Orange (antigua Amena), pero no desglosa sus ventas. Según explica Jaime García Cantero, analista de IDC, RIM llegó la primera al correo móvil, así que hace años "arrasaba", aprovechando además el cansancio de los operadores del poder absoluto de Nokia. En todo caso, la consultora calcula que habrá 200.000 usuarios de correo móvil en España. RIM sí ha logrado tener grandes clientes de referencia, como el bufete de abogados Cuatrecasas o el de Garrigues. Además, la compañía implementa en sus dispositivos soluciones concretas para, por ejemplo, la detección de plagas Faycanes o el Servicio Gallego de Salud.
Respecto a la Pearl, Vodafone ha sido el primer operador en anunciar el dispositivo. Su precio: 49 euros más IVA, además de una tarifa plana entre 25 y 35 euros por los datos, y 25 por la voz. Aunque el operador se asegura un gasto de 50 euros, "la barrera de entrada es bajísima, así que RIM puede pegar fuerte con este producto", augura García Cantero.
El 'caso NTP' y las patentes
RIM pasó el momento más duro de su historia el año pasado. Una empresa llamada NTP -que no vende ningún producto, sino que se dedica a buscar agujeros en la ley de patentes que le permitan hacer dinero con las que ya tiene acumuladas- denunció a RIM por la supuesta violación de una patente que permite mandar mensajes electrónicos a través de cualquier aparato móvil. Le exigía el 6% de sus ventas en Estados Unidos hasta 2012, que era el año en que la patente expiraba. La cantidad rozaba los 1.000 millones de dólares, es decir, la mitad de las ventas de la canadiense. NTP amenazó con exigir el cierre del servicio en el país si RIM no pagaba. El valor de la compañía cayó hasta los 62 dólares en Bolsa.
La multinacional de Lazaridis, finalmente, decidió pagar 612,5 millones de dólares a NTP y así cerrar el caso. "Hicimos lo que tuvimos que hacer", explica el empresario. "No tuvimos elección. Nuestros clientes no tendrían que haber pasado por esto, pero finalmente hicimos lo correcto". Lazaridis reconoce que este asunto se convirtió en debate nacional debido a que gran parte de los líderes políticos de Estados Unidos utilizan Blackberry. Pero tanto él como su copresidente, Jim Basillie, han pedido desde entonces una reforma urgente de la ley de patentes estadounidense
que, aunque se creó para recompensar la creatividad individual, se ha ido transformando en un club privilegiado para grandes empresas con muchos abogados.
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