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Reportaje:

Los países en desarrollo salen de compras

Hong Kong, Rusia y China se encuentran entre las 20 economías que más invierten en el exterior

Las economías desarrolladas no son las únicas responsables de que el dinero disponible para la inversión se mueva por el mundo. Hong Kong, Rusia y China figuran entre los 20 países de los que sale el mayor volumen de inversión exterior directa, según los últimos datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Además, el número de multinacionales con sede en países en desarrollo no deja de crecer. Si en 1990 apenas 19 compañías creadas en economías en desarrollo formaban parte de la lista anual que elabora la revista Fortune con las 500 mayores empresas del mundo, la cifra había aumentado hasta 47 el año pasado.

En la última década el número de multinacionales con sede en Brasil, China, Hong Kong, India y Corea ha pasado de 3.000 a 13.000

El pasado jueves, el consejo de administración de la compañía siderúrgica anglo-holandesa Corus recomendaba a sus accionistas aceptar la oferta de compra lanzada por su rival india Tata Steel por 5.100 millones de libras esterlinas (7.584 millones de euros).

La operación sigue la estela de la accidentada compra de la siderúrgica europea Arcelor por parte de la también india Mittal Steel, una operación que se cerró el pasado junio por un importe de 26.900 millones de euros y creó la primera compañía, con diferencia, del sector.

Son sólo dos ejemplos de una tendencia que cada vez va tomando más fuerza. Las economías más fuertes de países en desarrollo y en transición ya no son meros receptores de inversión extranjera, sino que han salido de compras y prometen seguir haciéndolo en el futuro próximo.

Las últimas cifras recogidas por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) indican que, en 2005, la inversión exterior directa de esos países alcanzó los 133.000 millones de dólares, lo que representa el 17% de los fondos que salieron hacia el exterior en todo el mundo. Se estima que las economías en desarrollo y en transición acumulan inversiones en el exterior por importe de 1,4 billones de dólares, el 13% del total mundial.

La cifra adquiere más relevancia si se tiene en cuenta que, en 1990, tan sólo seis países de este grupo sumaban, en conjunto, un importe de inversiones exteriores de 5.000 millones de dólares. El año pasado el número de países había aumentado hasta 25.

Otra prueba de la creciente presencia de los países en desarrollo en la escena económica internacional es el crecimiento importante de las multinacionales con origen en ellos. En la última década, el número total de compañías con sede en Brasil, China, Hong Kong, India y Corea del Sur ha pasado de menos de 3.000 a más de 13.000.

La compañía hongkonesa de telecomunicaciones Hutchinson Whampoa es la única que figura entre las mayores 25 multinacionales del mundo por volumen de activos en el extranjero. Concretamente, ocupa el puesto 17, tras la eléctrica alemana E.ON y antes del fabricante de equipos eléctricos y electrónicos Siemens, también alemán.

La segunda mayor multinacional del conjunto de países en desarrollo es la petrolera de Malaisia Petronas, cuya sede se encuentra en las famosas torres del mismo nombre que la compañía construyó en la capital malaya, Kuala Lumpur. La compañía de telecomunicaciones de Singapur Singtel ocupa el tercer lugar del ranking. Le sigue el fabricante coreano de material electrónico Samsung, la compañía de inversión China International Trust Investment Company (Citic), propiedad del Gobierno chino, la cementera mexicana Cemex, el fabricante de electrónica coreano LG Electronics, la compañía china de transporte y almacenamiento China Ocean Shipping y la petrolera venezolana Petróleos de Venezuela.

La mayor parte de la inversión exterior directa de las economías en desarrollo y en transición se ha destinado, hasta la fecha, al sector servicios, en particular a actividades relacionadas con el comercio, las finanzas y los servicios relacionados con el comercio. Con todo, también se ha dirigido un importante volumen de inversión hacia el sector manufacturero (sobre todo la electrónica) y, más recientemente, hacia el sector primario (prospección de petróleo y minería). Él año pasado, la mayor proporción de inversiones se destinó a los transportes, el almacenamiento y las comunicaciones, la minería, los servicios financieros y alimentos y bebidas.

Según Anne Miroux, responsable del equipo encargado de recopilar el informe de la UNTACD, "algunas multinacionales de economías en desarrollo están emergiendo como importantes jugadores en la escena mundial... y están aquí para quedarse", señaló la semana pasada. "Esto representa un profundo cambio en la economía mundial y tendrá consecuencias sustanciales en las relaciones internacionales políticas y económicas", añadió.

Los altos precios que han alcanzado las materias primas en los últimos años han dirigido la inversión directa hacia países en desarrollo ricos en recursos naturales, una tendencia que, según Miroux, también se va a mantener. Las multinacionales de economías en desarrollo han buscado oportunidades de negocio, tanto por la vía de asegurarse el suministro de materias primas con la compra de compañías extractoras, por ejemplo, o mediante la adquisición de empresas cuyos ingresos aumenten si también lo hace el precio de los recursos naturales. Un caso emblemático ha sido el de China. Para alimentar su crecimiento se ha lanzado a la inversión en proyectos en Latinoamérica y África para asegurarse el aprovisionamiento de materias primas.

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