La doble carrera de Maurice Eckhard
El equipo paralímpico español de ciclismo adaptado consiguió 21 medallas en el Campeonato del Mundo de Ciclismo Adaptado celebrado en la localidad de Aigle (Suiza) el pasado septiembre, logrando así el segundo puesto, sólo superado por Alemania. Uno de los artífices de la gesta fue Maurice Eckhard, un joven de 23 años, que estudia la licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universitat de València. Él logró dos medallas de bronce: en tres kilómetros persecución en pista y en la contrarreloj en ruta, en la modalidad CP-3 (paralíticos cerebrales).
Los buenos resultados obedecen, según el deportista y estudiante, a que los integrantes del equipo llevan tiempo compitiendo. En la selección se encuentra, por ejemplo, el ex ciclista profesional Javier Otxoa, que consiguió dos medallas de oro y tres de plata en este campeonato, y a que existen más facilidades: "Nos parecemos más a los deportistas de élite normales, por decirlo de alguna manera". Con todo, Eckhard reconoce "estar harto de escuchar" debates soporíferos sobre la continuidad o cese de Luis Aragonés, mientras pasa casi desapercibida la hazaña de su equipo. Por eso agradece cualquier llamada, cualquier gesto que respalde el deporte adaptado y por ende el ciclismo. ¿Alguna cosa más a añadir en este sentido? "Nada más. Eso", concluye categórico.
Antes, el universitario, de padre alemán y madre catalana, ha pasado revista a su vida, a sus mitos, a sus aspiraciones. Consciente de su parálisis cerebral provocada al nacer, Eckhard asegura que "he intentado siempre esforzarme por parecerme a gente entre comillas normal. Siempre he estado con amigos digamos válidos y he ido siempre a un colegio con integración. Soy más lento para leer y para escribir pero lo acepto".
Percibió que le gustaba estudiar poco a poco: menos en primaria y más en bachillerato, cuando decidió ingresar en la universidad. Con la bicicleta le ocurrió algo parecido. Siempre había vivido con ella, pero fue en el verano de 1999 cuando decidió competir. "A los 16, a algunos amigos no les molas cómo eres, o cómo piensas y dije: '¡pues voy a apuntarme a una peña ciclista para salir!' Luego me enteré que había ciclismo adaptado". En su fulgurante carrera ha conseguido dos diplomas olímpicos en los Juegos Paralímpicos de Atenas; una medalla de oro, una de plata y otra de bronce en el Campeonato del Mundo de Alemania 2002 y varias medallas en competiciones europeas. Deportivamente aspira a conseguir medalla en los Juegos Paralímpicos de Pekín, 2008.
En cuanto a su vida académica pretende acabar la carrera y como muchos de sus compañeros, tiene en mente irse de Erasmus a Alemania. "De momento he hecho un curso de alemán", comenta, el estudiante que se desplaza a clase en su propio coche.
Como deportista que participa en el programa de becas de la Universitat de València y el Consejo Superior de Deportes, recibe una ayuda económica y facilidades en cuanto a horarios si lo precisa. Además de proporcionarle libretas autocopiables para que sus compañeros puedan pasarle los apuntes.
Preguntado acerca de sus mitos deportivos, le fascina un compañero y muy amigo suyo, Oier Hernández, que corre en su categoría, aunque está mucho más afectado que él y podría hacerlo en triciclo. "Personas que están mucho mejor que él corren en triciclo. Debería ser un ejemplo a seguir". Concluye que sin su familia y sin su entrenador, Eloy Izquierdo, uno de los preparadores físicos del equipo español en los Juegos Olímpicos de Atenas, no hubiera llegado hasta aquí.
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