La metamorfosis de Nadal
El español, preocupado por su pie izquierdo, apuesta por la agresividad y acorta su temporada
A Rafa Nadal le han encargado una misión imposible. O tres en una. Primera: revalidar su título de campeón del Mutua de Madrid Masters Series de Madrid, que arranca hoy tras la fase previa. Segunda: hacerlo sabiendo que al otro lado del cuadro, mirando a la final, está el suizo Roger Federer, número uno del tenis mundial. Y tercera: lograrlo, más difícil imposible, renunciando a su fórmula mágica, al sudor, la agonía y los golpes imposibles, la mezcla que le ha llevado a ganar 17 títulos, 178 partidos y casi seis millones y medio de euros sólo en premios desde 2001. Nadal está mutando. Llega a Madrid en pleno proceso de reinvención. Y por eso, porque le preocupa su pie izquierdo, porque los doctores le han recomendado precaución, cuidado, no forzar, apoyar poco, el mallorquín está "con un poco de desconfianza" y a medio camino de un plan para cambiar su estilo de juego.
"De júnior, llevaba la iniciativa. En la ATP, no. Debe cambiar. Y eso es fallar más", dice su técnico
"Su problema es un tema médico", resume Toni Nadal, entrenador y tío del campeón español, que llega hoy a Madrid para dirigirle en el torneo. "Esta temporada hemos jugado bastante menos partidos, casi la mitad que la pasada, y muchos menos torneos. Por eso ahora Rafa está mucho más fresco de cabeza y de juego. El problema es que cuando te entrenas menos lo pagas y nosotros no hemos podido mantener el ritmo de entrenamientos: tenemos que ir con cuidado. Y eso me preocupa".
"De toda la vida, el tenis de Rafa se ha fundamentado en el trabajo. Y ahora hemos trabajado menos. Es complicado. Rafa tenía cosas muy buenas física y mentalmente, además de una recuperación de la bola muy buena apretando en los lados. Esto ahora lo puede hacer menos. Hay que reconducirlo para sacar a un nivel más alto. Y eso es un proceso de tiempo. Lo hago única y exclusivamente por el pie, para que vaya con cuidado y pise menos. Por edad, puede mejorar. Es un tío en formación
. Está intentando cambiar cosas, como sacar mejor, y eso supone una preparación diferente. Aunque eso, claro, significa fallar un poco más ahora", añade.
El pequeño equipo que dirige los pasos de Nadal ha analizado su juego, alertado sobre la dureza del calendario y el estado de su pie izquierdo, hasta llegar a una conclusión sorprendente: el origen de los males del doble campeón de Roland Garros se encuentra en su infancia. "Antes, cuando jugaba torneos júnior, Rafa llevaba la iniciativa, pero, al incorporarse tan pronto al circuito ATP, tuvo que jugar mucho tiempo a meter el saque y ceder la iniciativa, olvidándose de pegarle duro al primero a ver si entraba", analiza Toni Nadal. El problema: "Si metes el primer saque a 120 kilómetros hora, no puedes aspirar a nada. Desde que se incorporó al circuito, ha tenido que intentar jugar muchos primeros, arriesgando poco: por eso durante muchas temporadas ha estado entre los primeros en el ránking de porcentaje de primer servicio. Pero es porque le pega más flojo. Y todo viene de aquí: correr más de la cuenta, por ejemplo. Y que haya pasado de ser más agresivo a menos, porque como le iban acompañando los resultados..." La solución: "Tiene que ser más agresivo. En el juego de fondo, por ejemplo, tiene que ir a buscar la pelota adelante", dice Toni.
Los brillantes resultados de Nadal han venido unidos a un gran desgaste físico. El último año triunfó en el Masters de Madrid, que se disputa en pista rápida -la más dañina para las articulaciones- rodeado de resonancias magnéticas, las que marcaban partido a partido si su rodilla y su pie izquierdos iban a aguantar hasta el final del torneo. Fueron momentos difíciles. Tanto que acabó la temporada lesionado. ¿Se repetirá el problema este año? "No. No se trata de una lesión crónica", explica Ángel Ruíz-Cotorro, su médico y el de la Federación de tenis. "El año pasado tuvo una inflamación en el pie y, hace dos, una fisura. Le cambiamos las plantillas, para cambiarle los apoyos y distribuir la fuerza de forma correcta", dice el doctor. "Ha respondido bien. Lo importante es la prevención, porque la cantidad de partidos y su intensidad hacen que necesite regular. Pero los pies no se pueden cambiar y el suyo tiene problemas de apoyo". Aunque el entorno de Nadal reconoce la peligrosidad del proceso de adaptación a la pista rápida de Madrid, sus allegados dicen que el pie "está bien orientado". "Eso sí, si se sobrecarga lo hacen todos los apoyos".
Para evitarlo, Nadal está cambiando su juego. Los primeros efectos de su plan se vislumbraron en Wimbledon, donde llegó a la final pese a jugar sobre hierba. ¿Cómo está trabajando el cambio? "Yo soy un tío sencillo", admite Toni; "y mis entrenamientos también lo son. Si quiero mejorar en matemáticas, hago muchas matemáticas. Y si quiero que Rafa mejore en los saques, le hago que trabaje muchas repeticiones".
El objetivo de tantas repeticiones es, como admitió Nadal el sábado, conseguir "más puntos gratis" con el saque. Ahorrarle desgaste. Y lograr que llegue al Open de Australia, el primer grande de la próxima campaña "al ciento por ciento", según reconoció el tenista durante su primera rueda de prensa en Madrid. Nadal ha vuelto. Dice que el Masters le gusta especialmente porque en él logró su victoria "más emocionante". Ahora quiere repetir. Y está dispuesto a transformarse para lograrlo.
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