Deportivo de diseño con mecánica a la última
Es casi idéntico por fuera al modelo anterior, pero aporta una calidad mecánica y un comportamiento muy superiores. El nuevo Audi TT Coupé conserva el estilo inconfundible de su antecesor en una evolución continuista que no refleja bien sus mejoras. Pero este deportivo vanguardista de diseño rompedor reúne todo lo que se puede pedir a un cupé moderno y no exige un desembolso prohibitivo. Tiene una imagen espectacular, un interior sugerente, motores a la última y una estabilidad a toda prueba. Y aparte de permitir disfrutar sus virtudes con seguridad, se vende con un completo equipo de serie por 35.280 euros; un precio alto, pero no excluyente, y justificado para lo que ofrece.
El TT nació como prototipo de salón y tuvo tal aceptación que en 1998 llegó al mercado. La línea, que integraba arcos y círculos para crear una imagen futurista, se identificó con el estilo Bauhaus de los años veinte. Y enseguida se convirtió en un icono de Audi, que lleva vendidas 270.000 unidades.
El mismo estilo actualizado
El nuevo modelo mantiene la misma estética, pero evoluciona los detalles para modernizar la imagen. Conserva su aspecto macizo, con una cintura de chapa alta y poco cristal. El frontal adopta la nueva parrilla de Audi, que se prolonga por debajo de la matrícula, y unos faros estrechos que afilan la mirada. Las aletas musculosas, el resalte de la base de las puertas y las llantas exaltan la deportividad. Y la zaga mantiene su solidez, pero ahora con un difusor de aire en la base y un discreto alerón que se despliega a 120 km/h. El resultado es un cupé vanguardista y diferente que impacta por su personalidad. Pero al margen de su mayor elegancia y atractivo, las mejoras más interesantes no están a la vista. Así, el 69% de la carrocería es de aluminio, lo que reduce 100 kilos el peso (1.260); se ha mejorado un 50% la rigidez del chasis, y se ha afinado la aerodinámica, que pasa de 0,34 a 0,30, gracias en parte a un carenado que cubre toda la zona inferior del coche. Y estos avances aportan un comportamiento dinámico más ágil y eficaz que aumenta el disfrute al volante.
Interior deportivo
El nuevo TT mide 4,17 metros de largo, y ha crecido 13 centímetros en longitud y casi ocho en anchura. Este aumento de tamaño permite ofrecer un interior algo más amplio que ya no agobia tanto. Por dentro mantiene el estilo deportivo, con detalles como la instrumentación, el volante, los pedales metálicos o los asientos, que sujetan muy bien. Y está bien acabado, con materiales de calidad y muy buenos ajustes que crean un ambiente elegante y atractivo. No destaca por su amplitud: las plazas delanteras son correctas, pero las traseras sólo sirven para niños; en cambio, tiene un maletero grande para un cupé, 290 litros, que llega a 700 abatiendo los respaldos.
Por lo demás, es mucho más silencioso, y aunque viene de serie con una
suspensión deportiva algo seca, permite viajar sin cansar.
Dos motores y dos cambios
La gama TT incluye dos motores de gasolina: 2.0 TFSi de 200 CV (desde 35.280 euros) y 3.2 V6 de 250 CV (44.830), pero el primero ofrece ya unas prestaciones muy satisfactorias. Llevan cambio manual de seis marchas, y como opción se ofrece un secuencial S Tronic también de seis (2.500 euros) similar al DSG de VW. El equipo de serie incluye todo lo importante: seis airbags, ABS, ESP, climatizador, radio-CD, ordenador de viaje, suspensión deportiva, llantas de 16 pulgadas y todo lo habitual. El V6 añade tapicería de piel, faros de xenón y tracción Quattro.
Conclusión
El TT Coupé es un deportivo de capricho muy bien resuelto y dirigido a solteros y parejas jóvenes. Seduce con su línea vanguardista y cumple a diario, porque tiene dos plazas cómodas y un buen maletero. Además ofrece una calidad mecánica y prestaciones sobresalientes, junto a un completo equipo de serie para disfrutar al volante con seguridad. Y no es prohibitivo.
DEPORTIVIDAD CON ESTILO
El diseño interior del TT está acorde con la imagen externa y resalta la deportividad sin sacrificar la elegancia. El estilo deportivo se aprecia en muchos detalles, como la posición de conducción, más baja que la del TT anterior, el volante con la base plana, los pedales metálicos y la instrumentación, integrada en dos relojes circulares. Los mandos están orientados hacia el conductor y destaca la calidad de los asientos delanteros, que sujetan muy bien en las curvas y pueden incluir dos pequeños cajones (opcionales) bajo la banqueta. Las plazas traseras, en cambio, son aptas sólo para niños, aunque se pueden utilizar por adultos en caso de apuro, pero sólo en trayectos cortos: el espacio para las piernas es justo y tienen sobre todo una altura muy limitada: se toca con el techo. A pesar de ser un cupé, el TT incluye soluciones prácticas interesantes. Así, tiene un buen maletero de 290 litros, pero si se abaten los respaldos traseros llega a 700 litros y permite cargar bultos de 1,70 metros o dos juegos de palos de golf. Sin embargo, tiene pocos huecos: dos posavasos, una repisa y las bolsas de las puertas. En la zaga, muy limpia y maciza, destaca el canalizador de aire en color negro de la base y los pilotos tubulares, que crean un efecto tridimensional de noche.
CALIDAD A BUEN PRECIO
El nuevo TT no es el cupé más barato de su tamaño, pero ofrece una mejor relación entre calidad, precio y equipamiento que sus rivales. El Chrysler Crossfire y el Alfa Brera cuestan 4.280 y 1.380 euros menos, respectivamente. El primero es algo más potente, pero corre igual y gasta casi tres litros más. Y viene de serie con cuatro airbags, dos menos que el Audi. El Alfa tiene siete airbags, uno de rodillas para el conductor, y aporta una línea con mucho estilo, pero rinde 15 CV menos y ofrece unas prestaciones inferiores, sobre todo en aceleración, y se disfruta menos al volante. El RX8 y el 325 Coupé son más grandes, ofrecen cuatro plazas utilizables y prestaciones similares, y tienen una línea más convencional. Pero cuestan 3.100 y 5.400 euros más, y aunque el Mazda lleva tapicería de cuero y asientos eléctricos, el equipo de serie del BMW es como el del Audi.
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