Equívocos y medias palabras jalonaron la oferta en torno al ex ministro

El análisis exacto de los hechos y las palabras que han rodeado la oferta del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al ex ministro José Bono llevarían a la conclusión de que, en efecto, la interpretación de que aceptaba se sustentó sobre una base ligera. Un intercambio de palabras entre él y la dirección socialista podría haberlo aclarado, pero no fue así. Todo empezó el pasado lunes.

- Lunes. EL PAÍS publica que Zapatero vuelve a insistir a José Bono para que acepte ser el candidato a la alcaldía de Madrid. Por tanto, no tiene en cuenta que en pleno verano el ex ministro rechazó esa propuesta. Personas del entorno de Bono informan a este periódico que, en efecto, Zapatero insiste, pero él no puede aceptar. "Las circunstancias lo hacen imposible", señalan los interlocutores cercanos a Bono. Esas circunstancias se refieren a que él no es de Madrid y que no hace ni seis meses que abandonó la política activa. En la misma información se dice que Bono sí querría volver a la política en las elecciones generales de 2008.

- Reunión en La Moncloa. El mismo lunes, sin publicidad, Bono acude a La Moncloa, convocado por el presidente del Gobierno. El encuentro es distendido, conversan sobre la familia y la situación política, pero Zapatero le reitera que cuenta con él para la alcaldía de Madrid. El líder socialista asegura a su ex ministro de Defensa que las expectativas de triunfo con él son más que altas. Bono le reitera que no está en su ánimo aceptar, pero el presidente le despide en la puerta advirtiéndole de que no cejará en su empeño de convencerle.

- Martes. José Bono acude a la presentación de un libro, donde le aguardan multitud de medios de comunicación

. Allí realiza las declaraciones que dan pábulo a que todo su partido considere que ya es un hecho. A media mañana incluso la dirección socialista afirma que "propondrá oficialmente" a Bono que sea el candidato a la alcaldía madrileña. Pronto se dan cuenta de que se está actuando de manera ajena al procedimiento y dan marcha atrás. Una nueva comunicación oficiosa trata de reconducir los pasos. Rafael Simancas, secretario general de los socialistas madrileños, junto a la dirección federal, dirigirá el proceso, aunque posponen esa petición formal a que Bono converse, una vez más, con Zapatero. Por tanto, la situación continúa al margen de reglamentos y normas.

- Miércoles, frustración. Personas del entorno de José Bono comunican a la cadena SER que no será candidato. Y empieza el desconcierto en el PSOE, seguido de frustración y rematado por un gran malestar. El no es oficial cuando Bono comunica a Manuel Chaves, presidente del PSOE, que no será candidato. José Blanco, secretario de Organización del PSOE, en tono frío, señala el respeto del partido a que Bono "se mantenga retirado de la política". A partir del lunes, sigue la búsqueda.