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Reportaje:

'Momento Ronaldinho'

El brasileño afronta una semana decisiva ante el Sevilla, Chelsea y Madrid justo cuando Berlusconi se entromete en su probable renovación con el Barça

Lleva sólo dos goles esta temporada -uno de penalti ante el Racing y otro ante el Levsky- y ahora el Barça le aguarda más que nunca. Ronaldinho, que viene de cuajar un oscuro Mundial y un discreto inicio de curso, está a las puertas de disputar una semana decisiva ante tres de sus rivales: este domingo, el Barça recibe al Sevilla, que goleó a los azulgrana en la Supercopa de Europa; el próximo miércoles, juega en Londres ante el Chelsea del polémico Mourinho y el domingo 22 visita el Bernabéu. Todos los focos miran más que nunca al brasileño, convertido en un icono del fútbol mundial, para ver si es capaz de repetir las galopadas de hace un año en el Santiago Bernabéu o el golazo que logró ante el equipo inglés.

Hace tiempo que Ronaldinho no deslumbra. Ni siquiera fue el mejor en la final de la Champions en París, donde Valdés, Giuly, Eto'o y Belletti le desplazaron en protagonismo. Pero, pese a eso, el brasileño continúa en boca de todos. Durante la última gira del Barça en México y Estados Unidos, el gaucho lanzó un críptico mensaje de que deseaba seguir siendo feliz en el Barça. Su hermano y agente, Roberto, se encargó de traducirlo días después: quería y quiere una nueva mejora del contrato firmado hace un año. Y lo dijo justo después de que la prensa italiana publicara que el Milan ansiaba ficharlo. Fue bastante más que una serpiente de verano porque Silvio Berlusconi se ha encaprichado con el gaucho. No le marchan las cosas a Il cavaliere desde que perdió las elecciones en Italia y Shevchenko cedió a los deseos de su esposa de residir en Londres para que su hijo fuera educado en inglés. El Milan palió la fuga con el ex bético Oliveira, precisamente representado por Roberto. La Gazzetta dello Sport ha insistido ahora en que Berlusconi está dispuesto a pagar en junio los 120 millones de euros de la cláusula del azulgrana para que San Siro vuelva a tener una estrella al creer que Ronaldinho, si gana la Intercontinental, agotará un ciclo.

"Eso es imposible: los 120 millones son netos, con lo que en realidad la suma se dispara a 170 ó 180. No lo podrán pagar", sostiene un miembro del cuerpo técnico del Barça. Quizá las cuentas no sean tan sencillas pero el Barcelona tiene una baza a su favor: el interés real y nada ficticio de Ronaldinho de seguir viviendo en Barcelona, con discreción -apenas trasciende nada de su vida privada-, al lado de la playa y con un ritmo de trabajo -se queda muchas veces en el gimnasio sin entrenar- mucho menos rígido que en San Siro. Otra cosa es la estrategia que lleve su hermano, que desea que la junta le suba la ficha -seis millones anuales- y le amplíe el contrato de 2010 a 2014. "Estoy convencido de que llegaremos a un acuerdo pero no puedo evitar que Ronaldinho sea objeto de deseo", admitió. El agente, desde la primera reunión que tuvo con el Barça, expuso esta filosofía: quería que el nombre de su hermano quedara ligado a un club igual que se asocia a Pelé con el Santos, a Beckenbauer con el Bayern o a Maldini con el Milan para no acabar dando tumbos. El presidente Laporta ya se mostró a favor de la revisión de la ficha y el Barça ha mantenido una reunión con Roberto. No hubo acuerdo y habrá otra este mes, aprovechando que viaja a Barcelona. Ninguna de las dos partes tiene prisa: el club no quiere negociar bajo presión y Roberto sabe que siempre puede aguardar a que su hermano explote.

Y, entre tanto, la imagen del gaucho, pese a estar en horas bajas, continúa reportando dividendos tanto a sus arcas como a las del club porque se queda un porcentaje de los derechos de imagen del jugador cuando las empresas -como recientemente ha hecho una marca de televisores- se dirigen directamente al club. Pero Ronaldinho, icono futbolístico de Nike, es una mina. Conquistado el mercado asiático -un informe de la multinacional afirma que es el deportista más famoso de ese continente por delante de Beckham, Nadal y Maria Sharapova, la mujer más popular- la firma quiere que Ronaldinho seduzca al complejo mercado norteamericano. El día 16, después del clásico, ha programado un acto en Barcelona con el brasileño y Michael Jordan. Y, en noviembre, presentará una línea de ropa y de complementos de Ronaldinho -desde botas a gafas- que hasta hoy sólo tienen el propio Jordan y Tiger Woods. Mientras tanto, el Barça confía en que Ronaldinho, ahora que llega su momento en el campo, no falle, y el jugador sabe que su cotización aumenta con los goles.

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