"La Liga no funciona como creemos que tiene que funcionar"
Eduardo Portela (Barcelona, 1934) encaja las críticas con la misma deportividad con la que las rebate. El presidente de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), desde 1990, defiende la buena salud de la Liga. Admite que las audiencias televisivas no son las que corresponden al esfuerzo y el potencial de los clubes, pero ve injusta la comparación con las que de la selección española, muy superiores.
Pregunta. ¿Qué ventajas reporta a la Liga ACB, que empezará el sábado, el que España haya ganado el Mundial?
Respuesta. Hay dos aspectos. En el de la imagen, estamos viviendo momentos muy bonitos, de mucha alegría por los resultados alcanzados por nuestros jugadores y entrenadores y el trabajo de la federación y, ¿por qué no decirlo?, muy contentos porque se ha logrado gracias a la ACB. En el otro, trabajamos como siempre, prescindimos de que se haya ganado o perdido. Pero hay que reconocer que trabajar en este ambiente es muy positivo.
"Tendremos que armonizar el calendario y reducir el número de equipos. Tal vez con 16 y 30 jornadas quedaría más dinamizado"
"El deporte profesional es muy diferente del otro. Pero nuestros empresarios no tienen libertad de movimientos. Esto es malo y no acabará bien"
P. Pero las audiencias televisivas son malas.
R. Tenemos que mejorar en todo, vender mejor el producto. Estamos muy contentos de la asistencia a los pabellones, que por lo general están llenos, y por el interés de las televisiones. Por ejemplo, TVE ha reaccionado muy bien, pero ya antes del Mundial. Se ha reforzado para mejorar las retransmisiones. Y 11 de las 12 televisiones autonómicas retransmitirán la Liga. Tenemos un reto, eso sí: no estamos consiguiendo las audiencias que merecen los clubes por el esfuerzo que hacen. Pero hay varios detalles. Estamos en una televisión cuyo share es del 4,2% y nosotros siempre estamos a un 6% o un 8%. Eso a veces se olvida. Ahora, en marzo, cuando se celebre el quinto congreso de la ACB, haremos un análisis de los problemas deportivos, fiscales, jurídicos. Y un estudio de mercado. Lo que no podemos pensar es que España es diferente. El modelo de competición español con una Liga regular y un play-off es lo que hacen toda Europa y Estados Unidos.
P. En España, la selección ha logrado audiencias superiores a los tres millones y los clubes rara vez superan el millón.
R. Respeto a los que quieren compararnos con la selección, pero la selección es el equipo de todos los españoles. Y en la Liga cada español tiene su equipo y sus preferencias.
P. Incluso la selección femenina obtuvo una audiencia de 820.000 espectadores frente a los 582.000 que se registró en la final ,Tau-Unicaja, de la Supercopa.
R. Es por lo que acabo de decir. Estaba jugando la selección.
P. La femenina.
R. Es que el baloncesto femenino tiene mucha importancia en España y está en auge. Al menos un 15% de nuestra audiencia televisiva es femenina. No podemos buscar justificaciones. Esto no funciona como creemos que tiene que funcionar. Pero en el congreso se analizará si es un problema de la competición. Creo que nos influye mucho el número de equipos: 34 jornadas son muchas. Tal vez con 16 equipos y 30 jornadas quedaría más dinamizado el calendario.
P. También se pueden recordar los 4,8 millones del Barça-Madrid de 1997.
R. Pero entonces no había tantas televisiones. Las audiencias cada vez serán más pequeñas en todos los deportes. No se puede comparar con hace diez años. Mirar atrás es muy fácil, pero es demagógico. ¿Dónde está el problema? A lo mejor el año pasado fue de fútbol 100%. Nos pillaron nuestras finales en pleno Mundial futbolístico. Eso nos perjudicó mucho la imagen. Es un ejemplo de que no podemos disputar play-offs cuando se juega una Eurocopa o un Mundial de fútbol.
P. ¿Falta identificación del seguidor con los clubes con tantos extranjeros y cambios continuos?
R. Ésa es una excusa barata. No podemos estar pendientes del número de españoles o extranjeros. Ya tenemos el número pactado y lo que hacemos es que cualquier español bueno esté en la ACB. La excepción son los cuatro que tienen una oferta que cuadruplica las que se les pueda hacer en Europa y que están en la NBA. Si rebajásemos el número de jugadores que los clubes pueden fichar, tendríamos un incremento de las fichas y la ACB dejaría de tener la importancia que tiene.
P. También existe un problema de calidad. El Madrid y el Barça efectuaron cuatro fichajes muy mediocres en el último play-off.
R. Estoy de acuerdo. Hay que reconocer que se produjo una cosa que no se había producido nunca y que se incorporaron jugadores de muy poca calidad. Eso es malo para la imagen de la competición y de los clubes. Pero ya hemos tomado medidas para que no vuelva a pasar. En una situación normal, la calidad de los jugadores es buena.
P. Otro problema es el exceso de jornadas y la dispersión de fechas.
R. La armonización de calendarios tardará más o menos, pero nos obligará a una reducción. Las Ligas europeas tendrán que reducirse a 16 clubes. No es bueno lo que ha pasado este año. Ha acabado el Mundial y algún jugador no ha tenido ni tres días de descanso. Así perjudicamos la materia prima, que es lo fundamental. Este calendario es demasiado duro para cumplirlo y nos da demasiados dolores de cabeza. Cuando empezó la ACB, hicimos dos grupos de ocho, pero después tuvo que ampliarse la competición por un problema de la federación y, como pasa siempre, recibimos los mismos.
P. ¿La armonización es una iniciativa de la ACB?
R. En el último convenio con la federación iniciamos el trabajo, pero es muy dificíl porque la federación defiende los intereses de sus competiciones. Eso siempre se lo digo a los políticos. Existe una gran diferencia entre el deporte profesional y el aficionado. En el profesional, nuestros empresarios y directivos corren un riesgo económico muy grande porque deben rendir cuentas a sociedades anónimas. Estamos, entre comillas, con un corsé. Siempre tenemos que estar negociando con la federación, con el sindicato..., y nuestros empresarios no tienen libertad de movimientos. Esto es malo y no acabará bien. La ley del deporte salió en 1990 y estaba previsto que, a los cuatro o cinco años, se modernizara. No se ha hecho nada.
P. ¿Cuál es el mensaje?
R. El deporte profesional tiene que ser mucho más independiente. Estamos de acuerdo en que la selección dependa de la federación, pero en todo lo demás debemos ser libres. El deporte profesional necesita expansionarse; que cuando una sociedad anónima amplíe capital haya mucha concurrencia por que la gente gane dinero. En España, el que invierte en deporte sabe que es difícil tener un resultado positivo. Si no cambiamos esta mentalidad, no vamos bien.
P. ¿Desgravación fiscal?
R. Aparte de eso, lo que no es lógico es que las federaciones autonómicas, la española, el comité olímpico..., sean consideradas de utilidad pública y obtengan todas las ventajas y, en cambio, nuestros clubes, que se encargan de la formación de los jugadores y que los ceden a la seleccion a cambio de nada, no tengan ningún estímulo ni desgravación económica. Esto no se explica en ningún país civilizado. Todos nuestros clubes tienen categorías inferiores. Tenemos 18.000 jugadores y 700 entrenadores entre canteras y escuelas para que después salgan los jugadores de la selección. Todo eso no tiene ninguna recompensa. Incluso hemos quedado campeones del mundo y, desgraciadamente, no ha habido ninguna alta declaración diciendo es un éxito del baloncesto español, de los jugadores, de los entrenadores, de la federación..., pero es también un éxito de los clubes, que han aportado la cantera. Es más, acabamos de quedar campeones de Europa en la categoría cadete y todos los jugadores pertenecían a nuestros clubes.
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