Rubalcaba aplaza la reunión con los portavoces de los grupos parlamentarios

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, informó ayer a los portavoces de los grupos parlamentarios de que, al no haber "muchas novedades" sobre el proceso para el fin del terrorismo en el País Vasco, la reunión prevista con ellos para informarles del mismo se pospone. Según el portavoz socialista, Diego López Garrido, esto no quiere decir que no vaya a haber "reuniones informales".

El proceso de paz ha entrado en fase de bloqueo con la escalada de kale borroka (violencia callejera) y la irrupción de tres encapuchados de ETA en un acto público de la izquierda abertzale celebrado el pasado sábado en Oiartzun (Guipúzcoa); de ahí que el Gobierno no tenga mayores novedades de las que informar. "No tiene sentido mantener de forma inmediata un encuentro formal, público, con cámaras y medios de comunicación. Los grupos así lo han entendido", añadió López Garrido.

Tras estas explicaciones, Rubalcaba mantuvo un breve encuentro con el portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, en el que le ratificó que la prevista ronda informativa con los grupos parlamentarios ha quedado pospuesta. Rubalcaba ya había mantenido el lunes un contacto telefónico con Zaplana para comunicarle que no había novedades reseñables en torno al diálogo con ETA, pero en la rueda de prensa posterior a la reunión celebrada en el Congreso por la Junta de Portavoces, Zaplana afirmó que, aunque la conversación telefónica, efectivamente, se había producido, a él no le había quedado constancia de que la cita a la que se había comprometido La Moncloa se aplazaba.

Aprovechando su presencia en la Cámara baja, Rubalcaba emplazó ayer por la tarde a Zaplana a un breve encuentro en su despacho. El ministro del Interior y el portavoz del primer partido de la oposición conversaron durante unos diez minutos. Los populares, entonces, se dieron al fin por enterados. En el Grupo Popular, no obstante, se considera que el aplazamiento del Gobierno es otro incumplimiento de los pasos anunciados por La Moncloa, como cuando el jefe del Ejecutivo informó en una conferencia de prensa, y no en conversaciones con los grupos, sobre el inicio de los contactos con ETA.