Raúl se crece en su peor momento
El capitán del Madrid dice que tiene más "chispa" que nunca en víspera de recibir al Dinamo
Por los recovecos de la federación española circula una expresión para definir la metamorfosis de Raúl González desde hace un par de años: "El culebrón". Quienes acuñaron el término lo refieren al cambio experimentado en el modo de comportarse del capitán de la selección. El hombre se ha ido apagando -física y futbolísticamente, argumentan- en el campo de juego a medida que aumentaba su actividad diplomática en vestuarios, pasillos y salas de prensa. Ahora Raúl gesticula cada vez más cuando sabe que lo graban las cámaras, da palmadas en público a sus compañeros cuando antes no lo hacía, sonríe más que de costumbre, estrecha los lazos con su entrenador -lo hizo con López Caro, Luis Aragonés y Fabio Capello en el último año- y defiende a menudo su statu quo.
"Estoy mejor que hace diez años", dice el jugador, que no marca en la Liga desde 2005
La declaración que Raúl hizo ayer, en la conferencia de prensa previa al partido en el Bernabéu, contra el Dinamo de Kiev en la Liga de Campeones, fue lo más álgido de su campaña de autoexaltación. "Estoy fenomenal", dijo. "Tengo la chispa [de velocidad]. Estoy mejor que hace tres, cinco o diez años".
Un mes antes de ir al Mundial de Alemania Raúl dijo que estaba en perfectas condiciones para hacer un gran campeonato. Además de meterle un gol a Túnez, el paso de Raúl por la Copa del Mundo dejó un rastro de crispación e impotencia. Ayer el jugador repitió que se encuentra en el mejor momento de su carrera. Con mirada retadora defendió su excelencia omitiendo el hecho de que lleva once meses sin hacer un gol en la Liga y no ha vuelto a marcar desde aquél tanto a Túnez en la noche del 19 de junio.
Raúl se tiene fe. Asegura que el suyo es un caso para la ciencia, ya que con 30 está mejor físicamente que hace diez años, cuando tenía 20. No hay forma de medir su capacidad atlética en los comienzos de la temporada 96-97. Lo que sí se puede controlar es su poder goleador, y este no es un parámetro físico sino futbolístico. Hace una década, también con Capello en el banquillo madridista, en las cuatro primeras jornadas de Liga Raúl hizo tres goles, contrastando con la sequía que lleva en este inicio de campeonato: cero goles en cuatro jornadas de Liga. Y cero goles desde octubre de 2005, en la Liga pasada. Para bien y para mal los goleadores, como Raúl, no tienen escondite.
"Yo me encuentro fenomenal", dijo ayer, sin explicar por qué entonces no ha podido meter más goles. Sus argumentaciones discurrieron siempre hacia el apartado atlético, nunca el futbolístico. "He hecho una buena pretemporada", dijo. "Debido al parón del año pasado, por la lesión, he empezado a un mayor ritmo que el resto de mis compañeros. Las cosas todavía me pueden salir mucho mejor. Pero si marco goles tampoco creo que acabe esta polémica".
Raúl ha comenzado la semana declarando que se encuentra pletórico. No es casual que el pasado sábado fuera suplente en Sevilla. Como tampoco es casual que el próximo viernes, Luis Aragonés haga pública su lista de convocados para jugar contra Suecia en Estocolmo. La lista dictará sentencia respecto al futuro de la selección y resolverá por fin el dilema de la extraña relación que mantienen capitán y seleccionador. Raúl sabe que se encuentra ante una semana decisiva. También es consciente de que no puede permitirse otro partido mediocre si no quiere que Aragonés le ignore. Hoy ante el Dinamo de Kiev tendrá ocasión de reivindicarse.
"Yo sé lo que piensa Luis Aragonés y el Madrid", dijo Raúl. "No veo fantasmas. El gol ya llegará. En la posición en la que juego, como delantero, o un poquito atrás, estoy seguro que llegará".
La pregunta es cuándo. "Yo espero", avisó Capello. El técnico, que hace una semana opinó que Raúl ha perdido chispa y "un poquito" de velocidad, hizo ayer una defensa más temperamental que futbolística del jugador: "Es un capitán de verdad, un ejemplo a seguir por su espíritu de trabajo para el equipo".
En Liga, Capello sustituyó a Raúl en el minuto 46 del partido contra el Levante y frente al Betis le dejó en el banquillo hasta la segunda parte. Para enfrentarse al Dinamo, esta noche, el técnico italiano estudia devolver la titularidad a Raúl. Cassano sería el que quedase fuera y Guti seguirá como enganche.
A diferencia de la delantera, en la línea de zagueros Capello deberá administrar recursos limitados. Salgado sufre una inflamación en la rodilla derecha y el técnico aseguró ayer que no piensa reemplazarlo con Bravo. La participación de Bravo como lateral derecho ante el Betis fue, en palabras del italiano, una solución "ocasional". Capello apuntó que tanto Mejía como Sergio Ramos "pueden" ocupar la banda esta noche. Bravo quedaría para acompañar a Cannavaro en el centro de la defensa.
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Diarra, Emerson; Beckham, Guti, Reyes; y Raúl.
Dinamo de Kiev: Shovkovski; Márkovic, Rodrigo, Rodolfo, Sablic; Yusuf, Correa, Gavranchic, Gúsev, Diogo Rincón; y Shatskikh.
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