La fiscal pide 16 años para el hombre que mató a una mujer a tiros en el aparcamiento de un centro comercial

Confundió el coche con el de quien creía amante de su esposa. Aunque descubrió que al volante iba una mujer, disparó 10 tiros: siete impactaron en el cuerpo de la víctima. Alejandra Eloísa Masjoan murió en el acto. Había salido de casa a comprar al centro comercial de Alfafar y encontró la muerte por una venganza. Fue a las 17.15 del 2 de septiembre de 2005. Miguel Castro, de 40 años, estaba obsesionado con que su mujer le era infiel, aunque ella estaba en prisión, y aquella tarde se propuso acabar con la vida del que creía su amante.

La fiscal pide para él 16 años de prisión por un delito de asesinato y otros dos por tenencia ilícita de armas. El juicio se celebrará en septiembre de 2007.

Miguel Castro cogió aquella tarde su Opel Vectra y se propuso seguir la furgoneta Berlingo que, según creía, conducía el amante de su mujer. La alcanzó en el Carrefour de Alfafar a la entrada del aparcamiento. Se puso en paralelo, bajó del coche, empuñó su arma y disparó a Alejandra Eloísa. "Sólo escuchamos que gritaba y de pronto un ruido que nos pareció de petardos. Cuando nos acercamos, la chica estaba sangrando", explicó una testigo. Acto seguido el autor de los hechos huyó. La víctima murió en el acto.

Después volvió a su casa, en la calle Ifach de Valencia, recogió ropa y emprendió la huida hacia Oliva, con la idea de esconderse en casa de su hermano. Por el camino, se deshizo del arma: lanzó una parte al río Júcar a su paso por Alzira, y la otra, a un barranco de Gandia. Nunca se recuperó. Pero la policía está segura de que era una Colt o Remington del calibre 45. Tres días después se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Carlet y reconoció los hechos. Había matado a Alejandra Eloísa, casada y con dos hijas. La fiscal contempla la atenuante de confesión y además de los 18 años de prisión, le pide que indemnice con 100.000 euros al marido de la víctima, con 24.000 euros a cada una de las hijas y con otros 20.000 a los padres.

La fiscal entiende, según consta en su escrito de acusación, que el acusado, en prisión provisional desde que confesara los hechos, no sufría ninguna alteración de la conducta que pudiera atenuar su responsabilidad de la muerte de Alejandra Eloísa. Más aún, recoge en dicho escrito que la mató "de forma inopinada". No tenía, afirma el ministerio público, sus facultades alteradas.