El deporte francés se lanza al parqué

El matrimonio entre los clubes deportivos y la Bolsa podrá celebrarse mañana, día en que el ministro de deportes francés, Jean François Lamour, presentará ante el gobierno un proyecto de ley para que los clubes puedan cotizar en Bolsa, cosa prohibida hasta la fecha. El pasado diciembre, Bruselas exigió a las autoridades galas adaptar su legislación para que los clubes profesionales pudieran buscar dinero en Bolsa -posibilidad que quedó suspendida entre 1997 y 2002 ante la reticencia de la ministra de entonces, Marie-Georges Buffet-.

Los detalles del proyecto de Lamour aún no se conocen, pero sí se sabe que los clubes tendrán que respetar algunas condiciones, entre ellas que cuenten con "activos tangibles", es decir, con bienes inmobiliarios. Eso equivale a pedirles a los equipos que sean propietarios de su terreno de juego, algo que no siempre sucede. Son varios los equipos de Primera que juegan en un estadio municipal. El texto de Lamour contempla, precisamente, la posibilidad de que la Bolsa sirva para poder adquirir ese patrimonio "tangible".

El presidente del Olympique de Lyon, Jean-Michel Aulas, ha sido quien más ha batallado para conseguir esa modificación legal. "Nos permitirá encontrar medios financieros para invertir en proyectos", dijo. El Paris Saint-Germain también ve con buenos ojos el poder servirse de la Bolsa para encontrar el capital del que no dispone. Otros clubes -el Olympique de Marsella, el Lille, el Lens, el Girondins y el Nantes- se han interesado por la cuestión, pero sin declararse abiertamente favorables. Son equipos que o bien han logrado un título de Liga en los últimos diez años o, cuando menos, han conseguido alguna participación en la Champions.

En la actualidad hay 37 clubes europeos de fútbol inscritos en Bolsa y capitalizan un total de 1.700 millones de euros, es decir, un minúsculo 0,00002% de las Bolsas implicadas que son la italiana, la turca, la portuguesa, la holandesa, la alemana y la británica.